Lo siento, no hay caso

Andrés F. Ugalde Vázquez @andresugaldev

Parafraseando a Benedetti, me sucedió hace poco, que un crítico sagaz (el algún momento iban a descubrirlo) ha señalado que mis artículos son sesgados. Y me exhortan a mantener la objetividad de cualquier escritor que se respete. Y que puedo refutar: tienen razón, soy subjetivo, sesgado, incorregible desde todo punto de vista. Y esto pese a que varios lectores han hecho lo posible por curarme de este mal.

Hace no mucho, en los días del correísmo, me dieron cuarenta y ocho horas (con llamada anónima y amenaza) para que retirara de mis redes algún artículo incómodo. Hoy, cuando procuro mostrar las costuras de un gobierno que se inventó una amnistía tributaria para favorecer a sus pares y luego le abrochó al pueblo un paquetazo económico bajo la promesa de reducir unos niveles de violencia que siguen igual o peor que nunca, suelo ser amablemente reconvenido, con algunos epítetos capaces de escandalizar a una cantina por los nuevos fanáticos del tesorito, deslumbrados aún por el glamour del millonario, el muñeco de cartón y el chaleco antibalas. Claro, de haber sido neutral, no habría necesitado esas terapias intensivas para corregir mi comportamiento.

Y la verdad es que, a esos neutrales, les tengo bastante respeto. Hay que tener mucha sangre fría para mantenerse neutral ante episodios como la devastación de los páramos a manos de las empresas mineras o las invasiones a las embajadas de países amigos. Se necesita mucha serenidad para, por ejemplo, indignarse durante el desayuno por la construcción de un hotel de lujo en medio de un manglar protegido y escribir a continuación sobre la belleza del capulí. Yo lo he intentado, palabra, pero no me sale. Quiero hacerle una oda al sauce que llora junto al río, y termino escribiendo que llora por las víctimas del poder en Palo Quemado; quiero cantarle al bello Tomebamba y termino pensando que los ríos crecen porque el país se hunde bajo el látigo del nuevo mayoral.

Así que, pensándolo bien, creo que seguiré artículos no neutrales. Aunque no hable del gobierno ni de nada de eso. Aunque hable de duendes, y mariposas, y nubes y pececitos… (O)