Honor a la integridad profesional

Edgar Pesántez Torres

El vertiginoso avance de la ciencia y la tecnología es innegable. Hoy, la inteligencia artificial es capaz de redactar novelas, escribir poemas e incluso elaborar tesis de grado. Existe la proyección inquietante de que, a corto plazo, ciertas profesiones, como la medicina, podrían ser sustituidas por sistemas digitales que diagnosticaran y prescribieran tratamientos basándose en la sintomatología reportada por el usuario. Sin embargo, la inteligencia artificial carece de algo fundamental que solo les pertenece a los seres humanos: la capacidad de experimentar y expresar dignidad, compasión y empatía.

En un mundo cada vez más dominado por el individualismo y el pragmatismo de la posmodernidad, se hace urgente recordar que el verdadero valor de cualquier profesión no solo reside en su capacidad científica y técnica, sino en su esencia humanística. Deberíamos enraizar nuevamente nuestra educación en principios que cultiven una ética sólida, una conciencia reflexiva y un sentido profundo de responsabilidad y solidaridad hacia nuestros semejantes.

Con estas reflexiones, siento la necesidad de expresar sincera gratitud en nombre de la comunidad cuencana y, en particular de los pacientes del Hospital “José Arteaga Carrasco”, al doctor Luis Mario Maldonado O., quien, hace poco, se acogió a la jubilación que le marcó el final de una era brillante, con un legado imborrable. Su calidad humana y profesionalismo brillaron en cada una de sus interacciones, fue un faro de esperanza y dedicación para todos. Un profesional ejemplo para los que quedan y los que vendrán en esta Institución. También fue su Director en la peor crisis que tuvo la sociedad y la Institución -la pandemia-, que la solventó con suficiencia, que llegó a ser paradigma para otros similares. Debe ser reconocido por organismos y autoridades pertinentes.  

Asimismo, debo relievar el profesionalismo de la doctora Fanny Sarmiento, psiquiatra que se ha entregado de lleno a su labor en el Hospital “Humberto Ugalde”, bajo la dirección del doctor Saúl Pacurucu, otro profesional cuyas probidades médicas y humanas son excepcionales. Esta médica ha hecho de su vida una dedicación inquebrantable a sus pacientes: presente y activa en la mañana, tarde y noche, siempre irradiando amabilidad y un genuino interés por el bienestar de quienes atiende. Su compromiso contrasta marcadamente con similares.

Debo ofrecer disculpas si alguna vez excedí al magnificar virtudes de algunas personas, pero en esta ocasión me siento plenamente justificado. La sociedad necesita individuos que no solo posean habilidades técnicas, sino que también encarnen los valores de humildad, respeto y un profundo sentido del deber hacia el prójimo. (O)

Dr. Edgar Pesántez

Médico-Cirujano. Licenciatura en Ciencias de la Información y Comunicación Social y en Lengua y Literatura. Maestría en Educomunicación y Estudios Culturales y doctorado en Estudios Latinoamericanos.

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