Nuevos aires en la Asamblea Nacional

Gerardo Maldonado Zeas

Mientras Viviana Veloz chateaba impávida y ¡Ay Pame! se ponía gotas en los ojos, como si estuvieran en el baño de un salón público mostrando su total falta de respeto, como siempre lo hicieron en la Asamblea Nacional (AN), el primer poder del Estado empieza un periodo diferente, un desafío profundamente grave para recuperar el prestigio y decencia  de la AN, debiendo, por tanto, marcar la pauta de un cambio abismal para dotarle al Ecuador del camino para sacarlo de la inseguridad, crear las condiciones reales para mejorar la salud pública, y generar el marco legal para la tan esperada inversión y la reactivación del empleo.

Más allá de la desbandada estratégicamente programada para crear una “nueva fuerza política” a la cual fueron los de Reto con Chávez a la cabeza, quien no tuvo un ternito para ponerse en el día de la posesión, más las desprestigiadas Mónica Palacios, Paola Cabezas y demás, la ruta hacia la transformación ha comenzado.

Un camino difícil le espera al nuevo Consejo de Administración Legislativa (CAL) elegido por la mayoría conformada ADN y sus adscritos, de la cual no participará con su arcaica presencia la Revolución Ciudadana (RC). Es increíble que, para provocar la ira ciudadana, hayan puesto de vocero a Ricardo Patiño, ese aborrecible instrumento político del correismo, autor de los escándalos más connotados como la narcovalija, y su extraordinaria capacidad para incitar al desorden público en 2019 por lo cual huyó del país hacia México, convirtiéndose en un personaje de dudosa moralidad y con claras manifestaciones de abusos del poder, sea él precisamente él quien ahora hable de atropellos hacia la “inmaculada” RC en la primera sesión de la Asamblea Nacional.

Los cambios del control político, la presencia de nuevos actores en la AN, un gran grupo de jóvenes con ideas nuevas y limpios de las consignas nefastas que convirtieron al Ecuador de ser un país de paz a uno lleno de narco políticos, con casos sonados en los cuales algunos ya guardan prisión y otros viven de plácemes en el exilio tildándose de perseguidos políticos.

Esta AN recibe a un Ecuador gravemente herido. Mientras un grupo de ecuatorianos decentes buscamos que el país despegue, se van destapando una serie de acciones como la de conocer por fin a los autores intelectuales del asesinato de Fernando Villavicencio, para lo cual ya han sido llamados a declarar como sospechosos Jorge Glas, José Serrano, Javier Jordán, Ronie Aleaga y Daniel Salcedo, todos allegadas a la RC, con cargos de responsabilidad con la justicia, y de deudas con la sociedad.

Ese pendiente con la moralidad es quizás la tarea más difícil a emprender por estos jóvenes políticos tanto el primer mandatario Noboa como al presidente de la AN Niels Olsen, figuras con un inmenso respaldo de los ecuatorianos que votaron por un cambio radical de la vieja política enfermiza y excluyente, enmarañada en la AN al menos por 17 años.

La tarea de los ecuatorianos es la de estar vigilantes de quienes pretendan entorpecer el camino de la transformación del país, para lo cual se requerirá inmensos sacrificios, prudencia, mucho conocimiento y compromiso patriótico para no desmayar. (O)

Econ. Gerardo Maldonado

Economista, abogado. Posgrado en Finanzas y Proyectos INCAE Bussiness School. Máster en Administración en Tecnológico de Monterrey. Actualmente cursa una maestría en Derecho de Empresas. Poeta y escritor.

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