Mujer heroica

Renuncia; se nos va, una de las mujeres más valientes y valiosas de la historia ecuatoriana e ingresa al grupo de elite de Manuelita Sáenz, libertadora y amante del libertador. Diana Salazar, heroica mujer que supo lidiar valientemente con el hampa organizada liderada por el prófugo Correa, ladrón, corrupto al máximo, me faltaría papel para seguir en los delitos comprobados, pues no los difundo si no es con probadas pruebas de él y toda su gallada, unos pocos en la cárcel y la mayoría prófugos, enjuiciados y sentenciados, que llegaron a robar en la más inaudita red de corrupción en todos los niveles, altos y bajos del gobierno, llegando al punto de perpetrar asesinatos como de Villavicencio y otros, entre ellos periodistas que fueron una piedra en su zapato y que, se llegó a saber incluso, que pusieron precio a la cabeza de nuestra digna fiscal general, que se escapó de morir en manos de estos facinerosos asesinos y sus gatilleros y sin embargo a sabiendas, continuó en su persecución legal y probada, siendo sin duda la artífice mayor de lograr acabar con ellos y su organización que se terminó, pues no constituyen ya fuerza alguna en el horizonte político ecuatoriano y que la nueva Asamblea los está borrando con razón de toda comisión. Como se sienten perdidos y cosa tan simple en almas tan miserables, buscan hoy desesperados nuevos movimientos que les acojan como basura que son.

“Aferrarse a los cargos no le hace bien al país” es la frase llena de dignidad que pronuncia Diana en su renuncia. Frase que muestra su honestidad y dignidad a toda prueba. Mujer valerosa que teniendo cerca y muy cerca las balas de los sicarios, miró siempre al frente para regalarle al Ecuador un nuevo amanecer que ofrece esperanza de un nuevo país, sin pestes de correatos, maduros, chavismo, ni petros, infectos, que deben desaparecer y llenar las cárceles que les espera con brazos abiertos y que es donde deberán cumplir sus penas y devolver una parte, por lo menos, de la millonada robada en sus delitos.

Gracias Sra. fiscal general de la república. Gracias por mostrarnos valor y dignidad. Gracias por regalarnos un horizonte nuevo en el que puedan transitar nuestros hijos y nietos, bajo la bandera tricolor que respetaran mucho, sin delincuentes encaramados como chinches a sus colores. Gracias Diana. Rindo mi muy humilde respeto y riego a sus plantas mi admiración. (O)

Dr. Aurelio Maldonado

Médico otorrinolaringólogo. Profesor universitario. Presidente de varias instituciones y de Congresos. Escritor.

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