Un inmerecido luto nacional

Guillermo B. Vélez Faican

En estos días de inmerecida  inseguridad y tragedia que  vive nuestro  país, nuevamente el luto nos cobija a todos los ecuatorianos de bien y hoy esas  condolencias de pesar se orientan hacia todos los ciudadanos y hermanos policías que  días atrás fueron víctimas de una lucha asimétrica y desigual; digo lucha desigual, por cuanto una vez más se enfrentaron a cárteles  narco-políticos que disponen de recursos ilimitados, sin restricciones legales ni morales y con planes minuciosos para sembrar el terror, paralizar al Estado y quizá obligarlo al mismo a volver al pacto mafioso que tuvieron años atrás con gobiernos  robolucionarios plenamente alineados e identificados con esa forma de vida.

Todos lo sabemos, que el crimen organizado no combate al Estado, pero si busca la manera de cooptarlo mediante el despliegue de estrategias oscuras e indirectas que buscan tener a su lado la lealtad de políticos, legisladores, jueces, fiscales, militares y policías que sean útiles y que trabajen desvergonzadamente en favor de sus intereses.

Esos caminos y campos minados que se sembraron ayer, hoy están explotando y cobrando la vida de muchos inocentes ciudadanos y de héroes policías que enfrentan con discretos recursos y con mucho profesionalismo a un crimen organizado que hoy por hoy ya ha puesto sus pisadas en un país que hoy penosamente navega en medio de luto, la indefensión e inseguridad muy venida a menos.

En estas penosas circunstancias y ahora más que nunca es el momento para que todos los ciudadanos de bien estemos juntos a nuestras F.F.A.A. y Policía Nacional apoyando y respaldando el cumplimiento de sus sagrados juramentos, entendamos que ellos no están, ni deben estar solos.

Es hora de decir ¡Basta! Es el momento de acallar todas las voces de los destructores del país que nuevamente utilizan sus muletillas y todos los medios, incluidos sus antiguos aliados para intentar desestabilizarnos.

Si creen que están atacando al presidente Lasso, eso no lo es, ellos están terriblemente equivocados, ellos nos están atacando a todos y a cada uno de los ecuatorianos y por supuesto que más temprano que tarde tendrán que pagar por sus nefastas acciones antipatrióticas. (O)