El HUR, tiene ya su historia. 17 años atrás, coincidimos en una fiesta de algún amigo común, con Marcelo Cordero y Miguel Molina ¿Quieres ser parte de un gran proyecto? Me dijeron. Escuché en silencio. Panificaban fundar un hospital universitario y como soy adicto a utopías, luego de enterarme de pormenores, dije que sí. Para iniciar necesitamos conformar una sociedad, expusieron y requerimos de capital mínimo de 5000 dólares. Aquí empezó clara muestra de excelencia, pundonor y confianza. Al día siguiente estuve en el laboratorio de Marcelo con mi cheque y yo no necesitaba ni recibo ni constancia y él, tampoco requería darme ninguna prueba escrita de mi depósito. Elevación, confianza, seguridad y vamos adelante. Empezamos las reuniones en pequeña oficina prestada. Apenas éramos 4 moros y 2 cristianos, pero empezó la gente a unirse a nuestra obstinación. Los hijos de él, los hijos de aquel, mi hijo y los hijos del otro, amigos de otras clínicas, noveles especialistas, abordaron nuestro naciente esquife débil y vulnerable, pero con una inmensa carga de esperanza y futuro.
Universitario era el lema. El respaldo invaluable de la U del Azuay y su Rector, fueron báculo inmenso. ¿Dónde sería? Pues nuestros pies transitaron muchos lugares y discutimos beneficios para al fin, encontrar la vieja hacienda de un fundador de Cuenca, Estévez de Toral, donde meandros, espumas y sauces del río nos dieran motivo para su nombre, predios que amigables nos acogieron con un vaivén de sigsales. Apenas llegaba la ciudad allí y vías y entrecruzamientos de rutas fueron planificadas con el Municipio y entonces Cuenca caminó nuevos rincones y senderos y sin darnos cuenta fuimos artífices del nuevo urbanismo. El proyecto arquitectónico fue encargado a un luminoso arquitecto, Xavier Corral, que diseñó un edificio humano, cordial, amigable, ganador de premios, pero fue requerido en triste ofrenda de la vida y una mortal enfermedad terminó con su ser antes de que su idea sea terminada. Con él viajaron a EEUU algunos médicos para empaparse y observar conceptos que se implementarían en el nuevo hospital humano y fraterno, al punto que los dos lugares más álgidos: quirófanos y UCI, tienen la visión diáfana de las piedras y espumas del río tutelar. Financiamiento. Lo más complejo. Obstáculo tras otro y vamos adelante con ayuda incondicional del grupo Eljuri, quienes nos otorgaron créditos con buenos plazos e intereses.
Hoy somos referente de la medicina a nivel nacional. Nosotros, fundadores, cumplimos y recorrimos caminos valientemente y sin dilaciones. Hoy les toca a ustedes los nuevos especialistas, empuñar el cayado del progreso y tratar de conseguir y perseguir su utopía en bien de todos. (O)