La historia de la humanidad ha sido pródiga en demostrarnos que ni las actualmente idolatradas leyes de la economía, el totalitarismo o únicamente el crecimiento material, han constituido las claves del desarrollo integral del hombre; la educación es la única fuente donde brota: la paz, la prosperidad espiritual y material y el equilibrio psicofísico del ser humano.
Ecuador tiene bajo tierra miles de millones de dólares en petróleo, mientras que sobre ésta hay millones de ecuatorianos con hambre, enfermos, ignorantes y desempleados. Un porcentaje nada despreciable de ellos, vive narcotizados por las promesas de los falsos profetas de nuestra política. Para revertir esta situación, lo más importante es elevar la moral y la capacidad intelectual de las masas, como única manera de alcanzar las mejoras políticas que tan urgentemente necesitamos para salir del abismo del hambre y la miseria.
Vivimos la dictadura del becerro de oro y de las falsas revoluciones, evitemos que los niños aprendan que los únicos valores que existen, son los valores fenicios del mercado; eduquemos a nuestra juventud para impedir que transite por los caminos que conducen a las sectas de los adoradores de bastardos diosecillos de la economía.
Hoy más que nunca el arte de educar es la MEDICINA PARA UN MUNDO ENFERMO. Hay maldad y desorden, porque las personas han olvidado que las cosas emanan de una sola fuente: que es la educación. Si continuamos sin hacer conciencia de esta realidad seguiremos produciendo niños para hoy y sirvientes del mañana.
El estudio es la única riqueza que los tiranos no pueden arrebatarnos, únicamente la muerte puede apagar la llama del conocimiento que está en nosotros.
Los aspectos más importantes en el campo de la educación son aquellos que están orientados a ayudar al ser humano a que vea claramente lo que debe ser y la manera en que debe vivir. La enseñanza y la educación no deben tener la sola finalidad de asegurar beneficios prácticos. En la moderna sociedad muchos consideran a la educación como instrumento de utilitarismo.
Considero que la educación no debería ser sólo mercenaria, sino también filosófica y religiosa. La educación debe ayudar a descubrir, la manera correcta de vivir. La educación al orientarse hacia el utilitarismo, ha convertido a la enseñanza en un instrumento de la política, y de la economía, despojando a la educación de su dignidad e independencia propias.
Con honradas excepciones, las personas dedicadas a la enseñanza y a la educación se convierten en esclavos del conocimiento intelectual y de la especulación técnica, lamentablemente son los únicos aspectos de la educación apreciados en la actualidad. (O)