
La actual Terminal Terrestre de Cuenca cerrará sus operaciones en máximo tres años por la construcción de las dos nuevas terminales que se emplazarán de forma estratégica al norte y sur de la ciudad.
La administración municipal tendrá en alrededor de seis meses un estudio para saber que uso se podrá dar a las instalaciones de la terminal, la cual funciona desde hace 47 años en las proximidades de la Chola Cuencana. El cierre se dará por varios factores, sobre todo, debido a la cercanía con la cabecera urbana y los problemas que causa al tránsito vehicular.
Romeo Moncayo, director de la Unidad Ejecutora de Proyectos del Municipio, se refirió a esto para explicar los procesos que se llevan a cabo para construir las dos nuevas terminales.
Terminal sur en Narancay
En lo que respecta a la terminal sur, se edificará en la actual plataforma itinerante de Narancay. Incluso, el Municipio está adecuando un espacio en el sector Carmen de Guzho para trasladar en un mes a los comerciantes.
La estación albergará el 30 % del parque automotor de la actual terminal, servirá para las cooperativas de buses que llevan pasajeros hacia cantones y provincias del sur del país.
Los estudios están listos y fueron enviados con la documentación de soporte necesaria en lo técnico, económico y social al Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) para que los analicen, otorguen el aval y proporcionen los recursos de financiamiento.
“Aspiramos en un mes lanzar el proceso contractual que tomará alrededor de dos meses con el propósito de suscribir el contrato a fines de agosto para que las obras inicien en septiembre”, aseveró Moncayo a El Mercurio.
Terminal norte en la avenida del Migrante
La terminal norte se proyecta en predios ubicados por la avenida del Migrante para reunir al 70 % del parque automotor de la actual terminal. El lugar será utilizado por los buses que viajan al centro y norte del país.
Moncayo comentó que se encuentran en el proceso de elaboración de los términos de referencia para contratar la consultora respectiva que se encargará de elaborar los estudios. Aspira que este contrato se suscribirá en agosto y con un plazo de ocho meses.
Luego, se concretará el financiamiento y se contratarán las obras que se ejecutarán por más de un año.
Reacciones por futuro cierre de terminal
El futuro cierre de operaciones de la actual terminal terrestre genera criterios divididos de quienes utilizan este espacio. Sin embargo, todos coinciden en que se requiere de mayor información.
Lucrecia Naranjo, presidenta de la Asociación de Comerciantes de la Terminal Terrestre de Cuenca, conoce que serán trasladados a las nuevas terminales, pero teme que, cuando se dé el primer traslado a la estación sur, se reduzcan las ventas para los que se queden en la actual terminal hasta que se construya la central norte.
Igualmente, pide a las autoridades que trabajen desde ya en planes para evitar que existan estaciones clandestinas en los alrededores de los espacios donde funcionarán las nuevas centrales.
Por su parte, Hermel Jarro, presidente de la Unión de Cooperativas de Transporte del Azuay (UTIPA), desconoce que se quiera cerrar las operaciones en la actual terminal.
“Nos reunieron hace un año para decirnos que solo se construirán centrales de transferencia, pero no se habló del cierre”, indicó Jarro.
Para él, no sería conveniente que deje de funcionar la actual terminal por la misma comodidad de los usuarios para llegar al Centro Histórico y trasladarse a diferentes sectores.
Edificaciones utilizadas para otros servicios
Las ciudades de Quito y Guayaquil han experimentado en los últimos años el cierre de operaciones de sus primeras terminales, en este caso, de tipo aéreas por la construcción de nuevas instalaciones para mejorar la atención.
En Quito, el antiguo Aeropuerto Internacional “Mariscal Sucre” se cerró el 19 de febrero de 2013 porque entró en funcionamiento el nuevo aeropuerto con el mismo nombre en la parroquia Tababela, ubicada a 18 kilómetros de la ciudad.
El predio se convirtió en el Parque Bicentenario con centros de convenciones y tiene una pista de carreras.
Mientras que, en Guayaquil, el antiguo Aeropuerto Internacional “Simón Bolívar” se cerró el 31 de agosto de 2006 para que opere el actual aeropuerto “José Joaquín de Olmedo”.
Asimismo, las instalaciones se utilizan como centros de convenciones y encuentros.
Obras y proyectos para la actual terminal

En la actual Terminal Terrestre de Cuenca se han ejecutado y proyectan nuevas obras. La Empresa Municipal de Movilidad (EMOV EP) administra este espacio.
Entre las obras realizadas consta un nuevo sistema de cámaras de videovigilancia con la respectiva sala de monitoreo. Además, comenzarán hoy las pruebas del nuevo sistema automatizado de torniquetes instalado en el área de los andenes para ingresar a la zona de embarque.
Patricia Alvear, gerenta operativa de la EMOV EP, habló de nuevas obras como el recubrimiento de canaletas, la impermeabilización de cubiertas, el adecentamiento de las áreas internas y externas, y el cambio de los domos de ingreso a la terminal. Todas estas obras estarán listas hasta fines de año. Igualmente, los buses ocuparán una nueva zona de preembarque que será el patio taller que antes ocupaba la Cámara de Transporte de Cuenca. Este servicio funcionará en unos 15 días. -(I)
DETALLES
5,5 hectáreas se requieren para emplazar las dos terminales. La sur de Narancay ocupará 2,5, y la norte de la avenida del Migrante cerca de tres hectáreas.
Según Romeo Moncayo, para el cierre de la actual terminal terrestre deben estar en funcionamiento las dos nuevas estaciones.
El tranvía será el eje articulador de las dos terminales, incluso se plantea el uso de vehículos alimentadores para este eje.
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