Religiosos abren al público el cuarto donde meditó y trabajó Julio Matovelle

Por primera vez, la parroquia de la Merced abrió al público la habitación en donde el padre Julio Matovelle oraba, descansaba, meditaba y trabajaba mientras se desempeñaba como sacerdote, político y poeta en Cuenca.

Aunque la celda, como se conoce el aposento de los religiosos, es un espacio pequeñito, esta alberga una serie de objetos que cuentan lo que leía, escribía y creía Matovelle, y que, hasta hace poco, habían sido vistos únicamente por aquellos que tenían una relación cercana con la iglesia.

Sin embargo, en el marco de los 171 años de nacimiento de Julio Matovelle, que se cumplen este 8 de septiembre, y con el afán de que las personas puedan conocer un poco más de su vida y obra, se decidió abrir la habitación que se emplaza en la parte trasera de la iglesia de La Merced.

“El padre Matovelle no es muy recordado, de pronto sí en ciertos lugares, que tienen incidencia a nivel político y artístico, pero no desde esta perspectiva mística y de santo, por eso es importante que la gente tenga acceso a este espacio”, explicó Leonel Recalde, párroco de la parroquia La Merced.

Por ahora se optó por abrir la habitación hasta este 9 de septiembre. La idea es que, conforme la respuesta del público, se pueda mejorar la logística para ofrecer una apertura permanente.

Una segunda apertura se dará por los 139 años de fundación de la Congregación de Misioneros Oblatos, entre el 5 y 7 de octubre.  

Visita guiada

Lo único que deben hacer los interesados en conocer la habitación de Julio Matovelle es llegar hasta la Casa Madre de los Misioneros Oblatos, ubicado en las calles Honorato Vázquez 7-79 y Luis Cordero.

Una vez allí se debe contactar con la secretaría del espacio. Luego los visitantes ingresarán a la casa en donde, en sus pasillos, ya se encontrarán con algunos elementos que caracterizaron a Matovelle: cuadros de María y José, y un buzón en el que recibía cartas.

Más allá se encuentra la puerta que da al cuarto que está dividido en dos partes. La primera funcionó como una sala, en donde el sacerdote y político trabajaba y oraba frente a un crucifijo.

En ese espacio se encuentra un escritorio y los libros cuyo contenido no solo tenían relación con la religión. También hay obras sobre política y filosofía.

En la segunda parte está la cama, un baúl con su nombre y un lavadero. En las paredes están colgados dos cuadros. Uno de ellos es de María, que se parece, dijo Recalde, a la imagen que Matovelle vio en una estampa cuando era niño, y que lo llevaría a adoptarla como madre.

El significado de cada uno de los objetos que están expuestos serán explicados en las visitas guiadas que ofrece la Casa Madre y que duran alrededor de veinte minutos.  

Ruta en Todosantos

La Casa Madre de los Misioneros Oblatos no es el único espacio que permite conocer la vida de Julio Matovelle. El Complejo de Todosantos, por su parte, organizó un recorrido teatralizado sobre el sacerdote.

Para ello, contó Patricia Gualpa, directora del complejo, se contará con el apoyo del Colectivo Barojo, cuyos integrantes hablarán sobre Matovelle mientras recorren la iglesia, el museo y el horno de leña que componen a Todosantos.

El evento se llevará a cabo este 8 de septiembre, a las 19:00. El costo de participación es de siete dólares para adultos y cinco dólares para los niños. (I)

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