Huicundos: la sorprendente capacidad de transformarse

Se trata de una fascinante familia de plantas que ha logrado adaptarse a una increíble variedad de hábitats en Sudamérica.

Huicundos es una palabra quichua que en Ecuador hace referencia a un grupo de plantas pertenecientes a la familia Bromeliaceae, una fascinante familia que ha logrado adaptarse a una increíble variedad de hábitats en Sudamérica. En nuestra llacta (término quichua para «pueblo» o «comunidad»), estas plantas son esenciales para el equilibrio del ecosistema. Con más de 35,000 especies distribuidas por América y una única especie en África, las bromelias tienen una antigüedad de 100 millones de años, lo que despierta nuestra admiración y curiosidad.

Adaptación

Estas plantas tienen una capacidad sorprendente para adaptarse a diversos pisos altitudinales y climas. Dependiendo de la especie, podemos encontrarlas tanto en desiertos como cerca de nieves perpetuas, lo que demuestra su extraordinaria versatilidad.

Una de las características más fascinantes de las bromelias es que no se alimentan a través de sus raíces, que solo les sirven de anclaje a superficies como rocas, árboles, cables o el suelo. En lugar de eso, se alimentan principalmente a través de sus hojas. Estas se disponen en rosetas intercaladas que capturan agua de la lluvia, formando pequeños estanques “huicundos de estanque” que funcionan como reservorios de agua. Estos cuencos no solo retienen agua, sino que también acumulan materia orgánica que las plantas usan como fuente de nutrientes. Además, estos huicundos sirven de refugio a diversas formas de vida, como ranas, insectos, hongos, bacterias y otros organismos.

Lo más notable es que las bromelias tienen un sistema único de captación de nutrientes. Son las únicas plantas capaces de absorber nitrógeno directamente de la orina de las ranas, lo cual ocurre a través de la base de sus hojas, que actúan como si fueran raíces.


Humedales


Estas pequeñas reservas de agua se transforman en diminutos humedales. Al sumarse planta tras planta, forman lo que podríamos llamar un «pantano aéreo», contribuyendo de manera crucial a la regulación de la humedad relativa en los bosques. Además, actúan como fuentes de agua para aves, mamíferos y otros seres vivos. Pero su importancia no termina ahí. Las bromelias también juegan un papel clave en la captación de niebla, ayudando a que el agua se condense y precipite. Rompen la fuerza de las gotas de lluvia, permitiendo que caigan lentamente sobre el suelo, lo que ayuda a controlar la erosión y favorece la infiltración de agua en el terreno. De este modo, contribuyen al sistema de reciclaje hídrico en el bosque, descomponiendo la materia orgánica y creando un colchón de agua que sustenta la vida.



En desiertos



En climas más secos, como los desiertos, las bromelias cumplen funciones similares. En estos lugares, donde el agua es escasa y el clima más extremo, se transforman en «captadores de humedad». Estas especies, a menudo conocidas como «plantas de aire», se fijan a superficies muy secas, y sus hojas están cubiertas de pequeños pelos (tricomas) que capturan la humedad ambiental. Esto les permite absorber el vapor de agua que de otro modo pasaría desapercibido, contribuyendo a la preservación de la humedad en estos ecosistemas áridos. A menudo, estas plantas presentan un color gris plomo que, al mojarse, revela su verdor, lo que demuestra que realizan fotosíntesis, igual que sus parientes que habitan en climas más húmedos. (I)


En Ecuador, donde se distribuyen cerca de 900 especies en 33 géneros, algunas de las más conocidas incluyen Tillandsia, Guzmania, Pitcairnia y Puya. Este último género, cuyo nombre proviene del quechua y significa «neblina», incluye plantas conocidas como aguarongos o achupallas.
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Alto interés y fascinación

La fascinación por las bromelias, son apreciadas como ornamentales en todo el mundo, lo que ha despertado el interés de muchos coleccionistas. En Ecuador, donde se distribuyen cerca de 900 especies en 33 géneros, algunas de las más conocidas incluyen Tillandsia (260 sp), Guzmania (140 sp), Pitcairnia (87 esp) y Puya (35 sp). Este último género, cuyo nombre proviene del quechua y significa «neblina», incluye plantas conocidas como aguarongos o achupallas.


Estas plantas tienen una capacidad sorprendente para adaptarse a diversos pisos altitudinales y climas. Dependiendo de la especie, podemos encontrarlas tanto en desiertos como cerca de nieves perpetuas. / KM

Una fuente de vida: Estas plantas misteriosas también son vitales para diversas especies animales. Por ejemplo, el oso de anteojos, que se alimenta del néctar que almacenan en su interior, es el único mamífero capaz de romper los espinos de las Puyas para llegar a ese mishki. Los seres humanos también aprovechamos algunas bromelias; por ejemplo, la piña, que es una bromelia comestible. (I)



El legado cultural y ecológico

En la Sierra ecuatoriana, las hojas de algunos huicundos se utilizan para envolver los tradicionales chiviles o cuchichaquis, los cuales adquieren su sabor característico gracias a este envoltorio natural.

Un legado cultural y ecológico donde, antiguamente, se utilizaban para adornar los pesebres de Navidad, una costumbre lamentable, que ha disminuido con el tiempo debido al control de las autoridades y una mayor conciencia ambiental.

Este cambio ha permitido que las poblaciones silvestres puedan continuar desempeñando su papel esencial en los ecosistemas, contribuyendo al equilibrio natural de nuestro entorno. (I)


Por. Kabir Montesinos
kabirmontesinos@gmail.com

Colaboración para El Mercurio

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