El Cajas para los cuencanos

Andrés Martínez Moscoso @andresmartmos

OPINIÓN|

Uno de los elementos más representativos de la ciudad de Cuenca, es el agua; tanto por su relación con sus ríos que la atraviesan, así como por la conservación de sus fuentes, en el Machángara, Tarqui, Yanuncay y por supuesto en el Tomebamba.

Y es que todos los pueblos que se han asentado en este valle, han sido privilegiados de la disponibilidad del líquido vital, el cual es posible gracias a la protección de páramos y humedales.

El Cajas, es parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, SNAP, desde 1977, y hace 24 años fue declarado como Parque Nacional. A nivel nacional, el 19 % del territorio del Ecuador se encuentra bajo el estatus del SNAP, el cual garantiza la conservación de la biodiversidad y el mantenimiento de las funciones ecológicas.

Sin embargo, el caso de El Cajas es particular, ya que si bien es cierto se trata de un Parque Nacional, su administración se delegó al Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Cuenca, el cual lo gestiona a través de su empresa ETAPA EP.

En este sentido, se discuten dos temas fundamentales: el primero, relacionado con la figura para la administración, y es que desde que inició la delegación (año 2000; renovación en 2010), la normativa ha variado considerablemente, reforzando el rol del gobierno central, razón por la cual no hablamos de un proceso propio de descentralización (ya que la administración puede reversarse), tampoco de una desconcentración, sino de una delegación; y, en segundo lugar, sobre la gobernanza de los recursos naturales, y cómo los distintos actores al interior de una cuenca, pueden contribuir, alcanzar acuerdos para una buena gestión en atención a los servicios ambientales que estos reciben.

Las buenas noticias para el cantón Cuenca, y por supuesto para sus ciudadanos es que el 17 de marzo de 2020, el Ministerio del Ambiente delegó la administración del Parque Nacional al GAD de Cuenca por 20 años. Esto permite que el gobierno local pueda invertir para la conservación y mantenimiento de unas de las áreas más sensibles para nuestro territorio, por los servicios ambientales que este nos proporciona.

Si bien las noticias son alentadoras en el caso la cuenca del Tomebamba (con El Cajas), así como en el Machángara a través del Comité de Conservación de la cuenca (formado por alianza de instituciones públicas y la academia), el reto persiste en las cuencas del Tarqui y Yanuncay, respectivamente, en las cuales es necesario implementar modelos de gestión similares a los ya indicados. (O)