¿Qué te pasa Cuenca?

OPINIÓN|

Estas cortas líneas no pretenden atentar contra las situaciones reales y personales de la situación socio – económica del país y de nuestra ciudad, mas busca hacer un llamado a la atención de las personas responsables del orden y buenas prácticas de nuestra ciudad.

Y es que debemos comenzar por referirnos a lo que podemos observar cuando salimos a las calles y dimensionar todo el desorden que se presenta en algún semáforo de la ciudad. Bajo esa trama, encontraremos vendedores, limpiadores de parabrisas o limosneros pululando por un par de centavos, incluyendo en muchos casos a infantes en la escena mientras torean a los automóviles, enfrentan las condiciones climáticas entre críticas, lamentos y compasión de terceros.

Si cambiamos de óptica, podemos ver que muchos zaguanes, patios y veredas inclusive, se han convertido en locales de expendio de víveres, alimentos elaborados o inclusive bienes materiales, generando espacios desordenados que muy probablemente obvian las normas mínimas de higiene y asepsia con las que deben contar aún más en épocas en las cuales la salubridad debe primar en todos los niveles sociales.

Elevamos un clamor a que las autoridades de momento se encarguen de poner una solución definitiva a este tema que, si se deja de lado en muy poco tiempo se habrá convertido en un espacio del cual nos costará mucho deshacernos.

Pedimos que el orden y la limpieza formen parte nuevamente de nuestro común vivir, es cierto, estamos muy complicados en lo referente a los temas económicos familiares, más sin embargo podemos lograr soluciones integrales que vinculen todas las necesidades de la comunidad. (O)