Mafalda

María Eugenia Moscoso C.

OPINIÓN|

Como una grata herencia de Joaquín Salvador Lavado (1932), más conocido como Quino, nos queda Mafalda, desde sus sueños, desde su picardía, desde su sencillez. Retratar a un ser tan especial como Mafalda, fue el extraordinario logro de Quino, el mendocino que se posicionó desde su vocación de humorista gráfico. Mafalda, caricaturizada desde una viñeta o una tira cómica, siempre nos llegó al alma.

Los periódicos y revistas de América Latina y Europa dieron en sus páginas, particular cabida a Mafalda. Con su característico pelo negro -rechazando a los adultos y a la sopa- cobra vigor desde 1965 y llega a estar dibujada en un libro completo “Mundo Quino”, que se agotaría en una Navidad argentina, con un alto tiraje de cinco mil ejemplares. Umberto Eco inauguraría desde Italia, “Mafalda, la contestataria”. Quinoscopios, cortometraje realizado desde la Habana y luego, la TVE publicará los episodios de Mafalda en 1993, para recibir desde París la Orden Oficial de la Legión de Honor.

Con 60 años, Quino, permanecerá en nuestros recuerdos, luego de su partida el 30 de septiembre de 2020 y, con 50 años, Mafalda, aún habrá de mantenerse en nuestras retinas, con profunda nostalgia. (O)