Payasada

Marco Carrión Calderón

Con bombos y platillos, con militares y policías arribaron a Cuenca las tan esperadas vacunas para tratar de controlar la pandemia. Ni cuando han venido a Cuenca equipos de Medicina Nuclear ha habido tanta alharaca. Una persona acarreando una modesta “cajita” con las vacunas era más resguardada que un rey. Ni los periodistas podían acercarse. En Quito la llegada del avión con míseras 8000 dosis de la tal vacuna fue recibido hasta por el Presidente Moreno –claro que eso no es gran cosa- y con enorme bóveda de agua. Qué ridículos. ¡Solo faltó que invitaran a las vacunas a un banquete!  Tal vez entendible si llegaban los 18 millones de vacunas necesarios para inmunizar a buena parte del país, pero lo que venía era una cantidad realmente insignificante.

Fueron en peregrinación a Estados Unidos el Presidente y el Ministro de salud, con la excusa de “ir a comprar vacunas” ¿Cuándo se ha visto a un Presidente en tales menesteres? ¿Y sobre todo para qué ha servido el viaje? Nos quieren ver la cara de torpes a los ecuatorianos ¡Inconcebible!

Ahora el Ministro dice que poco a poco irán llegando las vacunas, pero nos damos cuenta que a este paso llegará mayo, se irán el Presidente y el Ministro y la vacunación a los ecuatorianos quedará para el día del juicio final.  Tampoco hay suficientes BCG, vacuna pentavalente y contra Rotavirus. Qué irresponsabilidad de este gobierno.

Todo cuanto cae bajo el control del gobierno, ni se diga de este tan ineficiente, funciona muy mal. La verdadera solución sería que permita que el sector privado ofrezca la vacunación, con las marcas aprobadas y con control de los precios para evitar abusos. El Estado puede, si cree conveniente dar el servicio a las clases que precisan de vacunación sin costo. Lo importante es que de manera URGENTE se vacune al mayor número posible de ecuatorianos. (O)