Construcción y destrucción

Claudio Malo González

Se dice que alguna persona “vive en las nubes” cuando solo piensa sin crear. Además de homo sapiens en Antropología se usa homo faber para referirse a su capacidad de elaborar objetos materiales y no materiales mediante su creatividad. Si vivir es actuar somos constructores por naturaleza en nuestra relación vital con la realidad. construir, con gran frecuencia, implica destruir algo. Construcción y destrucción se contraponen, pero también se hermanan. Salvo casos de perversidad como las armas para la guerra, al construir algo tenemos buenos intenciones.

Los platos rotos de la destrucción hija de la construcción, los paga nuestro planeta. La historia de la tecnología está asociada a la del buen vivir con resultados como la explosión demográfica y el incremento de la expectativa vital, pero el deterioro del planeta que llega a niveles muy graves muestra sus costos negativos. La potabilización del agua ha sido un importante logro, pero hay casos en los que el uso poco responsable de tecnologías constructivas, ponen en peligro las condiciones este líquido vital. No cabe acabar con los avances tecnológicos, pero sí ordenarlos para evitar la destrucción del hábitat.

Se considera a nuestra ciudad y provincia como privilegiadas por la abundancia de agua; es un tesoro que debemos defenderlo. Hay áreas que requieren preservación en aras del bien común como aquellas en las que están las reservas de agua cuya calidad está amenazada por la minería. La próxima semana votaremos en consulta popular sobre la preservación de estos entornos. Si hay un mínimo de solidaridad colectiva y las futuras generaciones, podemos contribuir con nuestro voto para preservar el agua.

No se trata de acabar con la actividad minera, pero sí de adecuarla a la salud de nuestro planeta y región. (O)