Cuando todo lo aprobado en la Consulta Popular no detiene los intereses de Dundee Precious Metals, que insiste en explotar Kimsakocha, no bastan las repetitivas declaraciones de las autoridades locales en defensa de las fuentes de agua de Cuenca y del Azuay; más aún, si la primera dama –“dama influencer”, como la llaman– recibe “donaciones” de la minera que no deja de congraciarse con las comunidades aledañas a los proyectos y a las que ahora también irá “ANA” para rescatar a mujeres en “situación de violencia”. Aunque sabemos que la señora de Noboa está lejos para advertir que la mayor violencia que pueden vivir las mujeres y sus familias es que se les despoje de sus territorios, no podemos estar ciegos, sordos y mudos ante tamaño despropósito, sino en máxima alerta y exigir de los alcaldes de la provincia y del prefecto acciones claras, frente a esta “irregular” cercanía del gobierno con los intereses de las empresas mineras, y que dirijan todos sus esfuerzos para que estas poblaciones reciban atención prioritaria, pues la presencia de esta empresa en la zona prueba el abandono histórico de estas comunidades. La crisis energética que atravesamos debería llevarnos a declarar en emergencia a nuestros páramos y erradicar de una vez por todas cualquier malhadada pretensión de actividad extractiva en ellos. (O)
