Carnaval

Aurelio Maldonado Aguilar

Mundial y diverso en sus orígenes, es fiesta que anuncia la cuaresma donde se pretende evitar la carne, conocido como “carnem levare” o quitar la carne de la vida del hombre penitente. Sus rituales de origen, pueden tener que ver con prácticas conocidas como la adoración del buey Apis o Isis de los egipcios, las fiestas Dionisíacas de los griegos y las bacanales, lupercales y saturnales romanas, fiestas en las que existían excesos y diversiones, propias de estas culturas ricas y per vivientes.

En nuestras épocas, talvez como vestigio de las fiestas de Baco y Cibeles, continúa teniendo arraigadas y abigarradas costumbres en las diferentes partes del planeta. Carnavales muy singulares y propios, ricos en tradiciones se demuestran con desmesura en ciudades como Río de Janeiro, donde escuelas de samba y danzantes alucinados, mantienen en trance a los espectadores por el espacio de tres días con sus noches, atrayendo miles, sino millones, de ansiosos turistas que desean participar en tal vorágine de luces y oropeles. Los carnavales de New Orleáns son desborde de colorido y tradición, mezcla de culturas y razas, donde bustos de mujeres bonitas se exhiben cordial y libremente en busca de miradas que pagan por la visión hermosa del cuerpo femenino.

En Ecuador es fiesta de sitio y regocijo familiar y amistades, con derroche de felicidad, donde las artes culinarias son tan variadas y diferentes, dependiendo del lugar y de la ciudad en que se festeje. Fiesta socialmente universal y que, al rededor del agua, paraliza absolutamente el país, permitiéndose o por lo menos mirando con ojos tolerantes, desmanes y juegos en lugares insólitos, como pasillos de hospitales e iglesias. Degustar golosinas propias como el “motepata” cascaritas, sancochos, fritadas, morcillas negra y blanca, chicha de jora, dulce de higos, duraznos y matizar las emparamadas con un buen canelazo, es conducta de dicha y felicidades generales y como en ninguna otra festividad, se igualan clases sociales y se goza en forma similar, en todos los estratos.

El carnaval de Guaranda, La Mama Negra, de origen africano, la fiesta de las flores y las frutas en Ambato y las tradicionales algazaras con agua, polvo, comida particular y licor, es la tónica general, actitudes que paralizan amable y felizmente el país desde sus bases más profundas, sin embargo, también es tiempo de accidentes, resbalones, caídas fracturas, contusos, heridos, ahogados y enfermos por enfriamientos, comilonas y desmanes, que esperan el día miércoles de ceniza para emprender su cura y sanación. (O)