Tiempo de alegría, y …

Eduardo Sánchez Sánchez

La Selección Ecuatoriana de Balompié, dirigida por un caballero del deporte como es el argentino Gustavo Alfaro, nos dio un alegrón, cuando en un duelo deportivo de altos quilates, jugó de igual a igual nada menos que con la famosa y gigante escuadra argentina, capitaneada por Leo Messi. El Ecuador entero convulsionó, reventa de entradas, mil comentarios saturados de entusiasmo, fanáticos del Astro argentino lo querían ver.  Fue colectivo el apoyo que recibió La TRI. Y dicho sea de paso, es el único factor que nos acerca y une como pueblo, se rompen muchas diferencias incluidas las racistas, y vamos que son los afro-ecuatorianos quienes nos llevan al delirio colectivo. Jugaron muy bien, y más aún cuando se enfrentaron nada menos ni nada más que una de las mejores y más prestigiosas selecciones del Mundo, que cuenta con celebridades, con las piernas aseguradas más caras, con un brillante historial, etc.  No obstante, todos apoyamos a nuestra selección, hoy grande por sus méritos, una nueva generación que entendió que el sacrificio, la disciplina y la constancia conducen al pódium.

¿Por qué la crisis mayúscula del Ecuador como país? con sus políticos, de su economía, de la sociedad turbulenta, del irrespeto a leyes, de falsificar documentos de conducción, de no pagar impuestos, de perjudicar al jefe, de casi ver como normal el sobreprecio en la obra pública, de admitir la coima, de ver al país como la capital de la impunidad, de encontrarnos cada día con hambre y miseria en las calles,  ausencia de fuentes laborales, de no poder remar en la misma dirección, y de que este bello país no puede salir adelante por nuestra idiosincrasia, actitudes, porque así lo decidimos al seleccionar a los políticos que rigen al Ecuador y ser responsables de nuestro futuro. Ojalá llegue el día de sentirnos ecuatorianos como los nipones lo sienten a su país, por tener buena educación. (O)