La situación es insostenible y alarmante para las panaderías debido al incremento de la materia prima. Los 50 kilos de manteca, que el año pasado adquirían a 61 dólares actualmente cuesta 128 dólares. Más allá de existir un incremento de más del 100 % en la manteca también existe un alza en la harina. El año pasado costaba 31 dólares el quintal y en esta semana pagaron 44,75 dólares.
Eduardo Jiménez, presidente del gremio de panificadores del Azuay, manifestó que buscan un diálogo urgente con el Gobierno Nacional. “Los precios suben todas las semanas y es desesperante”, dijo.
El dirigente aseguró que trabajan a pérdida, por ello buscan una reunión en la que participen empresarios, el gobierno y los panificadores. Ha transcurrido un año y hasta la fecha no se ha concretado ningún diálogo.
Los representantes a nivel nacional protagonizaron un plantón hace dos meses en Quito y anuncian que, en los próximos días los panificadores de todas las provincias se movilizarán hacia la capital para exigir una solución a la problemática.
Los perjudicados son 108 socios en Azuay y 1.428 panaderías en Cuenca, mientras que a nivel nacional la cifra bordea las 8.000 panaderías.
Los miembros del gremio no han incrementado el costo ni tienen una variación en la calidad del producto, pese a que las ventas han reducido. “En el momento que nosotros subimos el precio simplemente no nos compran”, dijo Eduardo Jiménez.
Este es el motivo principal por el cual continúan trabajando sin un rango de ganancia, en el que inclusive aseguran que el 10 % de panaderías han cerrado a nivel local al no contar con un presupuesto para cancelar el arriendo o a sus empleados.
Jiménez dijo que el 75 % de la población local -entre una clase baja y media baja- consume pan económico. El 25 % restante no tiene problema en cancelar un valor más elevado por el precio del producto. “Una familia lo integran entre 4 a 5 personas y es imposible pagar 20 centavos por un pan”, admitió. En este caso necesitarían invertir un dólar diario.
Motivos
El gremio de panificadores desconoce el motivo exacto por el que existe el incremento en el precio de la materia prima. La crisis entre Rusia y Ucrania sería una de las razones para el alza en los valores de la harina, hizo referencia Jiménez.
Manuel Pintado es propietario de una panadería al sur de Cuenca e inició con el negocio hace más de diez años. El estudio, alimentación y vivienda no le ha faltado a sus tres hijos y esposa, únicamente con el trabajo de panadero, sin embargo, contó que en los últimos dos años la situación cambió.
La pandemia por la COVID-19 le redujo las ventas y actualmente el precio de la materia prima le complica la producción y distribución. En su caso particular subió cinco centavos en el pan, pero perdió clientela por lo que estableció un costo unitario de 12 centavos, con un margen mínimo de ganancia.
Pintado desconoce el motivo exacto del incremento de la materia prima. Únicamente el proveedor la informó de los nuevos valores y al ser indispensable en la elaboración del producto no tuvo otra solución que comprar al precio establecido.
Karina López todos los días va a la panadería. Su familia la integran siete personas y compra 15 panes, invirtiendo entre 3 y 3,50 dólares por día. En su caso particular contó que antes llevaba la misma cantidad de producto por 2,50 dólares. “Todo ha subido y el pan no es la excepción. Los comerciantes dicen que a ellos les entregan más caro y por eso también venden con un alza en los precios”, relató López.
Ella incorporó otros alimentos en su desayuno para reemplazar el pan, pero es imposible no contar con este producto en la mesa. (JRU)-(I)
