En un “Pedacito de Cielo” de Cuenca se emplaza el Complejo Deportivo Ecológico 3E

A 30 minutos del Centro Histórico, en la vía Cuenca-Tarqui, en un “Pedacito de Cielo” el Club Especializado de Baloncesto Triple E construye el primer Complejo Deportivo Ecológico de Sudamérica. Llegar allí es desconectarse totalmente del ruido de la ciudad y respirar mucha tranquilidad además de aire puro.

El verdor que rodea al lugar y el concepto mismo de su construcción provoca, en el visitante, deseos de quedarse. Andrés Espinoza, exseleccionado provincial y nacional de baloncesto, está muy entusiasmado con el proyecto familiar.

Sus padres y hermanos también llevan el básquet en su sangre y no dudaron en apoyarlo. “Se puede demostrar que en el Ecuador se pueden hacer muchas cosas de alto nivel y de gran calidad para los deportistas”, señala.

El sueño nació hace seis años, emulando un estilo europeo súper ecológico en el que toma protagonismo el plástico reciclado, el agua reciclable y la energía solar. “Es importante que las autoridades vean que todo se puede, solo hay que ponerle ganas, conocimiento y pasión”.

Espinoza resalta que Triple E se proyecta a ser en baloncesto lo que Independiente del Valle es en el fútbol. Buscan la formación íntegra del deportista, seguros que a mediano y largo plazo llegarán los resultados deseados.

Más adelante visitarán las instalaciones del club sangolquileño y a sus directivos para asesorarse sobre el manejo en la parte académica. Para Espinoza, haya que empezar a no ser tan exitistas, a querer resultados rápidos a costa de un proceso.

Recuerda lo que en su momento dijo Gregg Popovich, entrenador de los San Antonio Spurs: “La gente quiere victorias rápidas y satisfacción. No entienden lo que cuesta crear y construir algo juntos”.

Áreas disponibles

El Complejo se emplaza sobre un terreno de tres hectáreas. Hasta ahora han ocupado un 20-25 % con una inversión aproximada de 600.000 dólares. El Ministerio del Deporte ya les aprobó el Proyecto a través del cual aspiran reunir 500.000 dólares para la construcción del Coliseo. Las personas naturales o jurídicas que los patrocinen se beneficiarán de la deducción del 150 % adicional en el cálculo del Impuesto a la Renta.

Al llegar al Complejo, a un costado del parqueadero se observan algunos tanques que recolectan el agua lluvia a través de diversos canales y tubos estratégicamente instalados para “aprovechar cada gota que cae del cielo”. Los 17.000 litros que se pueden recolectar serán purificados y reutilizados para los baños y lavamanos “que es el costo más alto que se tiene en infraestructura deportiva”.

Una rampa conduce al visitante a una balconada y al comedor-auditorio que tienen un ambiente campestre. Los accesos y comodidades para personas con discapacidad están pensados también en el equipo de baloncesto en silla de ruedas que proyecta armar el Club a mediano y largo plazo.

Desde la balconada hay una panorámica del paisaje natural que rodea al cetro deportivo. Según Espinoza, esa vista se conservará cuando se construya el Coliseo porque “parte de desconectarse de la ciudad, es conectarse con la naturaleza” y eso complementará el trabajo psicológico con el deportista.

La residencia

Antes de llegar a la residencia, junto a un espacio verde con juegos infantiles (columpio, resbaladera, etc.) hay una pequeña Capilla. “No todos son creyentes, pero para los que somos, ayudará mucho para los momentos de búsqueda espiritual”.

La residencia deportiva emana un ambiente confortable. Está conformada por seis cabañas fabricadas con plástico reciclado y amobladas con literas del mismo material. Espinoza resalta que en una casa tipo de 42 metros cuadros se invirtieron ocho toneladas de plástico reciclado con patente colombiana.

“Estamos buscando traer la fábrica para ayudar ecológicamente al Ecuador. Queremos ayudar a que el plástico se recicle para que en los botaderos a cielo abierto haya más espacio para la basura orgánica que no afecta al medio ambiente”.

Entre las cabañas está la planta de energía solar de 5 kilovatios. La adaptaron en un contendor -aislado con fibra de vidrio- en el que también acomodaron una suite con televisor y microproyector para máximo tres personas. Dicha planta alimenta a las lámparas ubicadas en el parqueadero, carretero y zonas comunes.

Coliseo reglamentario

La construcción del Coliseo seguirá una línea similar a la de los escenarios en los que se juega la Liga Profesional de Baloncesto de los Estados Unidos. “Queremos que la gente llegue y viva un show cuando se siente a observar a sus hijos, sobrinos, nietos, amigos”.

Su capacidad será para 400 personas, por una simple razón. “Comercialmente cuando se transmita o se pueda tener una visualización del escenario con esa cantidad de gente, los chicos que empiezan a jugar van a sentir un coliseo lleno y esa presión, ese trabajo psicológico luego podrán aplicarlo” en otros escenarios.

El Coliseo tendrá una cancha reglamentaria (28×15 metros), una sala de prensa, otra sala con todos los equipos instalados para la transmisión de los partidos por el Canal del Club y tendrá cinco camerinos: tres para los equipos visitantes, uno exclusivo para los árbitros y otro netamente para el Club. “Queremos que cuando entre el jugador sienta que es Triple E, sienta que es un cocodrilo”.

En las siguientes etapas del proyecto está planificado la construcción del área de fisioterapia con piscinas polares para la recuperación de los deportistas. También habrá otro parqueadero, gimnasio y un laboratorio con máquinas de biomecánica especializadas en baloncesto.

El Club

  • Triple E nace el 1 de mayo de 2012 con la filosofía de formar y proyectar deportistas al alto rendimiento en baloncesto, así como de dar oportunidad al talento local. Los niños tienen la garantía de jugar una Liga Nacional por ser parte del Club.   
  • La misión y visión se sustenta en una Triple E: Esfuerzo, Enseñanza y Ejemplo. “Queremos que los deportistas sean un ejemplo, que tengan claro que hay una enseñanza de vida en cada juego y en cada viaje y que todo se gana con esfuerzo”.
  • La mascota es un cocodrilo, de allí se deriva los colores que los identifican: el verde con negro. “El cocodrilo es un animal muy sigiloso, pero al rato de atacar es letal. Uno tiene que estar muy atento para no ser devorado. Además, es uno de los últimos dinosaurios que sobreviven y lo que buscamos con esto interpretar es que queremos que el club se mantenga en el tiempo” como referente del Azuay y del Ecuador.
  • Actualmente tiene 32 socios “para mantener la armonía en el Club. Lo que si aumentamos el número de seguidores. Entre niños y padres de familia tenemos entre 120 a 200 personas” identificadas con el Club.
  • En los próximos meses están por sacar una línea de indumentaria exclusiva para los padres de familia y personas adultas que quieren apoyar al Club. Además, el Directorio trabaja para tener zapatos exclusivos para los basquetbolistas.