Reciclaje, vital en la economía circular

Dos proyectos emblemáticos ayudan a conservar el medio ambiente que tienen algo en común: aprovechar al máximo los desechos.

Milton Peralta realiza el secado y tamizado del compost o abono, que luego son ensacados.

El proyecto “Separación adecuada de los residuos domiciliarios”, impulsado desde la gestión municipal, considera conceptos de la llamada economía circular. Después del confinamiento se identificó que el 60 % de los desechos que salen de las casas son orgánicos, por lo que se tomó la decisión de trasladarlos a la Planta de Compostaje, ubicada cerca del Eco Parque de la parroquia El Valle (noreste de Cuenca), que tiene una capacidad de 25 toneladas diarias.

Hace dos años inició este proyecto, con un plan piloto en la ciudadela Laguas del Sol, detalla Diego Morales, concejal de Cuenca. Durante este tiempo se ha evitado que cerca de 75 toneladas vayan a parar en el relleno sanitario de Pichacay, que se encuentra en la parroquia de Santa Ana.

De este modo se alarga su vida útil, y a la par se obtiene abono o compost, que es entregado a las asociaciones agroecológicas para “seguir incentivando a la producción amigable con el medio ambiente”.

Esta propuesta se extendió a Sinincay, en donde han recolectado cerca de 40 toneladas en un año y también en el mercado de Ricaurte, que recolecta este mismo volumen, pero apenas en seis meses. El proyecto se lanzará próximamente en Yanuncay, Totoracocha y Racar.

Por tal motivo se tiene previsto ampliar y reforzar la planta de compostaje gracias a un fondo no reembolsable que tuvo acceso la Empresa Municipal de Aseo (EMAC EP). El fin es llegar a tener un 20 % de reciclaje orgánico en la ciudad en un momento determinado.

En el relleno sanitario de Pichacay están ingresando al momento un aproximado de 540 toneladas diarias de desechos, de las cuales el 60 a 65 % es materia orgánica.

El abono, compost y hasta humus, que son mejoradores de suelos, se han entregado en las parroquias Quingeo y San Joaquín, teniendo muy buenos comentarios del producto.

Ligia Carrión, técnico de compostaje de la EMAC EP, explicó que los residuos orgánicos ingresan a la planta de compostaje para luego ser transportados al área de descomposición.

Al homogenizarse la mezcla ingresa oxígeno, que es utilizado por las bacterias, hongos descomponedores. El proceso de compostaje dura entre 2 y 3 meses, debido a las condiciones climáticas de Cuenca. El material luego pasa al área de maduración. Aquí se seca para finalmente ser tamizado y ensacado.

Los procesos de compostaje dependen mucho de los “volteos” que se hacen a diario por maquinaria semipesada.

Los 15 kilos de compost se vende en 2,50 dólares, y el humus en 4,50; mientras, la presentación de 35 kilos, en 4 y 8 dólares, respectivamente. También hay fundas de 3 kilos.

La profesional sostiene que este material debe ser manejado cuidadosamente, pues puede generar olores muy fuertes, lixiviados, atraer vectores.

Guillermo Castillo es uno de los obreros más antiguos de la planta de compostaje. Cuando ingresó a la empresa se dedicaba a la separación de materia orgánica y desecho común. Actualmente capacita a los ciudadanos para que hagan un correcto reciclaje en la fuente. “Es un trabajo de hormiga, que se debe hacer con mucha paciencia porque hay que ir puerta a puerta”.

También explicó que el plan piloto definió el uso de tres fundas de distintos colores: verde para desechos orgánicos; celeste, materiales reciclables, y negra para residuos que no se puedan reciclar.

Biogás, un proyecto pionero

La Planta de Aprovechamiento de Biogás para la generación de energía eléctrica, impulsada por la EMAC BGP Energy, es el primer proyecto de este tipo que existe en el país. Esta idea nació en 2007, pero fue concebida recién en 2012.

Este sistema consiste en aprovechar los gases de efecto invernadero que se generan en el relleno sanitario de Pichacay, producto de la descomposición de la materia orgánica, que es “encapsulada” en un pozo, donde no ingresa el oxígeno, para producir el metano o CH4.

Santiago Vázquez, técnico encargado de la extracción de biogás y generación de electricidad, manipula las válvulas de los pozos.

“Estos gases son altamente contaminantes para el medio ambiente, sin embargo, al ser inflamables se los puede aprovechar como combustible”, explica Santiago Vázquez, técnico encargado de la extracción de biogás y generación de electricidad.

Por el momento se cuenta con 60 pozos de biogás que producen entre 1, 2, 5 y 20 metros cúbicos por hora, distribuidos en la zona Norte 1. La siguiente fase contempla otros 16, en la zona Norte 2, que está proyectada utilizarla hasta 2024. Otros pozos, en cambio, han sido desconectados porque ya han cumplido su vida útil.

El biogás es extraído por un bioprocesador, con un caudal cercano a los 450 metros cúbicos por hora e ingresado a los motores que generan electricidad.

Actualmente se está generando un megavatio de potencia, que sirve para dotar del servicio eléctrico a aproximadamente 3.500 familias.

La energía se vende al Operador N acional de Electricidad (CENACE), con una tarifa especial de 11,08 centavos por cada kilovatio hora generado, que representan ingresos de 60.000 dólares mensuales. Si este proyecto no existiera dentro del relleno sanitario de Pichacay, el daño sería grave por los gases de efecto invernadero, pues equivaldría que en esta zona estarían estacionados 14.000 vehículos encendidos.

El relleno sanitario tiene una proyección hasta el 2030, sin embargo, se está realizando estudios para analizar una extensión de 10 o 20 años. (I)

100 toneladas diarias es la capacidad que tendrá la nueva planta de compostaje que estará ubicada al pie del relleno sanitario en Pichacay.

123 hectáreas tiene el Complejo de Desarrollo Humano y Ambiental Pichacay, el relleno como tal ocupa seis hectáreas en la actualidad.

Por. José Mosquera B.

jmosquera@54.196.56.88

Fotos: Xavier Caivinagua A.

El Mercurio – Cuenca