Día de muertos

Viviana Bernal Estrada

Hoy se conmemora el día de los fieles difuntos, ocasión para visitar las tumbas de quienes se nos adelantaron, un día que para muchos inspira el mejor talento en contextos de ornato con la intención de embellecer aquel espacio a manera de culto a la muerte, un espacio al que probablemente una gran mayoría regrese el próximo dos de noviembre.

Cómo quisiera que todos comprendamos que los muertos no mueren hasta que se los olvida, por más idealista que suene, pero es verdad; si bien la materia se fue con el fin de la vida, el espíritu debería mantenerse intacto.

Mis muertos están vivos porque yo lo siento así, en mis anécdotas, en mis tiempos de quietud, en el sonido de la lluvia y de aquella canción especial, en el compartir con los que quedamos y especialmente, cuando pasan las horas cada vez que me atrapa la lectura.

Mis muertos están vivos porque mantengo vívida su presencia, esa presencia que no se puede explicar y sin que importe las creencias, cosmovisiones, conceptos teológicos y hasta misticismos, mi día de muertos no es más que una fecha en el calendario. (O)