Caretas, humor e irreverencia en fin de año

as hay de cartón que son las tradicionales y las nuevas que son de látex. En diciembre y enero se hacen visibles y copan las vitrinas o estantes de negocios que se dedican a la venta de caretas.

Detrás de ellas hay un trabajo arduo que en los últimos años se ha complicado por el encarecimiento de los materiales para la elaboración.

Las familias que se dedican a esta actividad han heredado esta tradición de anteriores generaciones por lo que el valor que resulta de su esfuerzo es invaluable.

Pero, asimismo, en las caretas hay un simbolismo que encarna el humor y la irreverencia ya que en estas se plasman rasgos, a veces exagerados, de los personajes que representan y es que precisamente su objetivo es resaltar esas características para generar risas en quienes las miran.

En la fiesta de Fin de Año muchas ardieron en el fuego vivo, otras se las seguirá viendo el 6 de enero cuando en Cuenca se realice el Desfile de Mascaradas. (I)