Ya resígnense

CON SABOR A MORALEJA Bridget Gibbs Andrade

Qué lindo fue no leer felicitaciones de Evo, Cristina, Lula, Maduro y Petro. El silencio de una parte de la pandilla del siglo XXI fue un trofeo para Ecuador. El domingo se aplicó el dicho a la inversa: más vale alguien nuevo por conocer, que malos conocidos por sus huellas estampadas de incoherencia y corrupción. A pesar de que esta vez no hubo el famoso apagón, fiel a sus mañas, la RC no dejó de hacer fraude. ¿Creen que el correísmo tuvo el porcentaje que publicó el CNE? La diferencia del 52.3 % de votos de Noboa, frente al 47.7 % de González fueron cifras contradictorias si las comparamos con los resultados de las encuestadoras serias previas a las elecciones. Es decir, la marioneta del correísmo tuvo menos del porcentaje reflejado en los comicios. Prepararon actas con un número superior de votantes usando un banco de datos en las mesas que controlaban. Llegaron con los votos listos. Dejaron la mesa servida. Expertos calculan que esto les dio un poco más del 10 % de votos a nivel nacional.

Espero que una de las primeras decisiones con las que empiece el gobierno de Noboa, sea el de dar pasos concretos para liberarnos de las mafias. Uno de ellos, remover a Atamaint y su jorga del CNE para que se enfrenten a la justicia por el daño que han causado al sistema electoral del país. Esta gente no puede seguir prorrogándose en sus funciones. Ya basta. Otro paso, emitir un decreto retroactivo para los funcionarios que hicieron proselitismo político con los recursos de los GAD, y los que en un futuro se sientan tentados a hacerlo. Como los cuatro vagos y descarados que utilizaron dinero de la ciudadanía para la campaña de la candidata de la RC: Pabel, Aquiles, Marcela y Paola. Hasta eso, las autoridades correspondientes deben abrir una investigación para que sean destituidos inmediatamente.

Los correístas, finalmente, deben entender que no perdieron las elecciones porque Noboa les ganó, ni su cartón que, a propósito, fue un éxito de campaña. No triunfaron por lo que representan y defienden a capa y espada. El país les ha vuelto a decir que no quiere más risitas cínicas, ni psicópatas en el poder, ni ataques verbales, ni corrupción descarada, ni narcopolítica, ni sicariatos, ni mañoserías.

Yo diría que el voto anticorreísta fue enorme. Tanto, que ni con el fraude que hicieron les alcanzó para igualar, en algo, el porcentaje que obtuvo Noboa. Y en el futuro, tampoco les alcanzará. Como decretó Fernando Villavicencio y recientemente Lenín Moreno: los correístas no volverán a gobernar este país.

Ya resígnense… (O)