Interpretaciones cotidianas

Luis Ochoa Maldonado

Que aceptan o rechazan los discursos de promulgación de normas, desde la asamblea nacional, cuando a pretexto de fortalecer a la institucionalidad, se ´proponen disposiciones controversiales para segundo debate, pretendiendo que los asambleístas soliciten el avance de tramites de investigaciones penales, ¿para qué?, sin respetar la reserva, lo que les convertiría en potenciales campaneros. Que, en los hechos prácticos, de estar en vigencia esta situación, no hubiese sido ´posible el mantener la discreción del operativo metástasis, que aclaro los nexos de la política y el narco actuar, que sin embargo fue anunciada unas horas antes por personajes soplones que seguramente tienen información privilegiada.

La Señora Fiscal General, en su  línea de confrontar a la delincuencia organizada, ha puesto las alarmas sobre lo que considera legislar para la impunidad, que por ahora esta en espera, entre las que constan algunos  artículos que amplían la posibilidad de revisión de una sentencia ejecutoriada, cuando se presenten informes de comités de derechos humanos a nivel internacional, aun sin tener la jerarquía jurídica de un tribunal de justicia Además, constando que los jueces a nivel nacional deben tomar en cuenta dichos pronunciamientos en periodos prestablecidos so pena inclusive de perder sus cargos. Que ha puesto en vilo al poder judicial, que según sus proponentes no presenta garantías de rectitud en el país.

Lo que sorprende a la opinión pública y a no pocos  legisladores es que estas disposiciones fueron aceptadas ´por unanimidad desde la comisión de justicia del parlamento, en donde se encuentran representadas las fuerzas políticas del acuerdo que gobierna al legislativo, sin embargo a la hora de la votación se echaron para atrás, ante las disquisiciones  con expertos en los medios de comunicación, hasta que puedan encontrar consensos, sin embargo de lo cual la atención nacional esta vigente, esperando las correctas rectificaciones, que no dejen ninguna duda de que se persiga a los infractores, abonando a la tranquilidad ciudadana, que fue sometida por la delincuencia en estos años y de la que pretendemos salir.   (O)