Pro y contra de una Ley

El proyecto de Ley para Erradicar la Violencia y Acoso en todas las Modalidades de Trabajo, aprobado por la Asamblea Nacional, es bien recibido por trabajadores y empleados, no así del sector patronal, en especial del privado.

Ni bien conocida la aprobación, comenzó a hablarse de fin del acoso, abuso y amenazas por parte de determinados empleadores, entre ellos, el público.

A raíz de la pandemia por el Covid-19 se profundizó la modalidad del teletrabajo, en muchos casos sin límite de horario, incluso durante ciertas de horas de un fin de semana y sin el pago del sobretiempo.

Desde entones, trabajadores y empleados, de alguna manera obligados y bajo amenaza de ser despedidos, deben estar conectados las 24 horas del día y durante la semana entera, en cuyo caso funcionan los grupos de WhatsApp; o mediante llamadas telefónicas.

Experiencias contadas entre amigos, familiares o trabajadores de determinadas empresas privadas y públicas, dan cuenta del acoso utilizando aquellas tecnológicas.

Padres de familia llegan a sus hogares cumpliendo sus jornadas laborales. Deben revisar si sus hijos han hecho los deberes, acompañarlos en muchas tareas pendientes; o realizan cualquier obligación casera; o siguen maestrías a distancia.

Empero, a esa sobrecarga adicional, se suma la llamada a conectarse, así sea pasadas las 20h00 o más, por parte del “jefe” u otros mandos medios.

Según especialistas, estas sobrecargas terminan afectado la salud física y psíquica del trabajador, incluso la de su familia. Pero deben someterse so pena de ser despedidos, multados o mal vistos.

Según los legisladores, a poner coto a esos extremos apunta la ley aprobada.

El sector privado no está muy de acuerdo, por lo ambiguo de la Ley, en tanto los trabajadores la consideran un avance en materia legislativa, con lo cual se cumple el convenio 190 de la OIT, relacionado al acoso laboral y la persecución.
En poder del Ejecutivo está vetarla total o parcialmente, o aprobarla.