Culebrillas, una maravilla natural y cultural en Cañar

Este mágico espacio natural y cultural de Cañar guarda un incalculable tesoro patrimonial.

Las aguas de la laguna Culebrillas son agitadas de manera permanente por el fuerte viento que hay en el lugar. /FCS
Las aguas de la laguna Culebrillas son agitadas de manera permanente por el fuerte viento que hay en el lugar. /FCS

La laguna Culebrillas no solo es un tesoro natural y patrimonial del Austro ecuatoriano, también ha permitido conservar la tradición oral del pueblo Cañari. Entre mitos, leyendas y personajes, crece el halo místico en torno a la laguna.

Una de las leyendas más comentadas entre los habitantes que residen en las inmediaciones de la laguna, especialmente de aquellos que residen en la comuna Caguanapamba, es la de la aparición de Culebrillas y los seres que de esto devinieron.

Aunque son muchas las versiones, en todas la serpiente siempre es la protagonista. Según el relato de los habitantes de la zona, la leyenda de la aparición de la laguna gira entorno al romance que buscó una serpiente que residía en ella.

Aseguran que en El Tambo vivía una mujer muy hermosa que atrajo la atención de la serpiente.

Un día, mientras la mujer realizaba labores del campo, la serpiente la raptó y se la llevó hasta la laguna.

Según comentan los habitantes y, de acuerdo con lo contado por sus abuelos, la serpiente y la mujer procrearon un hijo.

No obstante, el esposo de la mujer raptada por la serpiente en El Tambo, decidió buscarla y rescatarla.

Es así qué, con ayuda de otras personas de El Tambo, acudieron a la laguna con armas como palas, picos, piedras y fuego en busca de la serpiente para que devuelva a la mujer.

Cuando la muchedumbre llegó hasta la laguna, los relatos aseguran que la serpiente y su hijo huyeron dejando como rastro la huella de su paso que se convirtió en el arroyo que hoy emerge de la laguna.

La mujer fue rescatada y de la culebra solo se conoce que permanece oculta.

Espíndola, el hijo de la serpiente

Mientras tanto, a pocos kilómetros de distancia, uno de los hijos procreados por el animal y la humana, se oculta en la denominada cascada de Espíndola.

Lleva este nombre por el hombre que habita en la cascada y que, según comenta la gente, es un gigante con un ojo, similar a un cíclope.

Si bien nada de lo que se cuenta ha sido demostrado, no le quita el enigma, el misterio y el valor que el pueblo Cañari le otorgan a la tradición oral.

Además, todas las versiones solo fortalecen la magia latente en este lugar cargado de energía y curiosos relatos.

Visita a Culebrillas

Lejos de las leyendas, los relatos y los mitos, Culebrillas es un lugar al que para visitarlo se requiere usar ropa cómoda pero abrigada, debido a las bajas temperaturas.

Se estima que el promedio es de 6 a 15 grados Celsius. Además, su laguna se caracteriza por sus agitadas aguas movidas por el fuerte viento que azota de manera permanente el entorno. Esto genera ‘olas’ similares a las orillas del mar.

Además, a unos 300 metros de Culebrillas existen restos arqueológicos de la civilizaciones Inca y Cañari plasmadas en un sitio conocido como Paredones, una de las estructuras que, se cree, era parte del Qhapaq Ñan o Camino del Inca.

Se calcula que la laguna tiene cerca de 1.2 kilómetros de largo y medio kilómetro de ancho. Además, que reside a 3.800 metros sobre el nivel del mar.

Es un sitio ideal para visitarlo con la familia y uno de los puntos más concurridos por los turistas en la provincia de Cañar.

¿Cómo llegar a la laguna Culebrillas?

Para llegar hasta la laguna Culebrillas se requiere arribar hasta el cantón El Tambo, a 76 kilómetro de Cuenca. Al llegar a esta ciudad, usted puede acceder de dos maneras.

La primera es por el sector Pilcopata, aunque esta vía hay poca señalización. Y, la segunda, es por la vía Sangay, que tiene mejor señalética.

Se recomienda conducir con precaución porque se trata de una vía de segundo e incluso, en algunos tramos, de tercer orden.

Una vez en el lugar, hay una garita que pertenece al Ministerio del Ambiente y en el que los visitantes deben registrarse por temas de seguridad.

Además, los guardaparques recomiendan caminar por senderos específicos para llegar hasta la laguna. Esto para evitar arriesgarse a pasar por zonas pantanosas.

Desde Cuenca hasta Culebrillas se estima que hay una distancia de 110 kilómetros. (FCS)

Datos interesantes Culebrillas

  • En la zona hay avistamiento de aves y, durante la vista, se puede conocer plantas nativas de esta zona fría de los Andes.
  • Rodean a la laguna cerros como: Tolte, Yanahurco o cerro negro, Cruzpungo y Quilloloma y la planicie de Labrashcarrumi.
  • Acceder a la reserva natural no tiene costo y se recomienda visitarla hasta antes de las 15:00 debido a las condiciones climáticas.

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