Saludo al maestro ecuatoriano

Salvador Pesántez

En la presidencia del doctor Alfredo Baquerizo Moreno se decretó el Día del Maestro Ecuatoriano y se estableció que debía ser el 13 de abril para exaltar el aporte de los educadores al bienestar del país, tomando como referencia el nacimiento del escritor ambateño Juan Montalvo, por ser el más asiduo defensor de la educación laica y para todos. 

Soy descendiente de maestros, por ello incursioné en esta linda profesión incluso sacrificando otros quehaceres de mayor remuneración. Es que me gustaba dar clase y saber que alguien antes de iniciar las labores no sabía de un tema determinado y al final decía, esto me ha sido nuevo y creo me servirá para la profesión. Aún más, cuando el alumno decía que llegó a gustarle la materia.

Me fue satisfactorio haber establecido contacto con los estudiantes, disfruté mucho con ellos, tanto que no me ocurrió ir al baño ni tuve agobio alguno. Ni siquiera en un tiempo que fui incomprendido por algunos de ellos que no advirtieron mi intención de hacerles  mejores que yo y más provechosos para la sociedad.

Siempre les dije que ninguna asignatura, menos las que dictaba, se agotaba en el semestre, en el año o en tiempo de estudio antes de engrasar, sino que es algo que no se acaba nunca, porque la información es infinita. Por ello, lo más importante era inculcar en ellos el amor por el conocimiento, que sepan aprender y aprendan a ser.

Al dar mi enhorabuena a los maestros ecuatorianos, les recuerdo que la cultura docente no cambia con la incorporación de una nueva definición de crédito o por caprichos de autoridades improvisadas, como las que impuso la nefasta Senescyt y que ventajosamente se va dejando atrás. La cultura docente no lía los bártulos, es susceptibles de ser orientada hacia la calidad cuando incorpora de forma habitual en el comportamiento del profesorado y en la institución.

Por ejemplo, fijarse en la práctica para aprender como la desarrollamos, consolidarla o innovarla y someterla a evaluación, generar condiciones que favorezcan a la tarea docente, entender que la cultura docente es algo grupal, movido por intereses compartidos y orientada al logro común, comprender que el carácter holístico de la cultura docente no se logra si no es a través de acciones y logros particulares…

¡Saludo en mi extinta madre-maestra a todos los que dejan huella para la eternidad, porque nunca se sabe cuándo se detiene su influencia!  (O)