Desde la auto – reclusión

Marco Antonio Piedra Aguilera

Bajo las condiciones dadas, muchas son las ideas que se nos vienen a las personas, pero poca la claridad de las mismas ante las condiciones tan únicas que nos ha tocado vivir como historia de la humanidad de la época moderna. Si bien es cierto, siglos atrás pudimos habernos visto afectados por este tipo de calamidades, y, de seguro que la comunicación global y la interconexión social de la época, nos impedían conocer lo que pasaba en tiempo real y al otro lado del globo terráqueo.

Bajo este contexto, vienen simplemente unas cortas reflexiones sueltas de lo que se puede sintetizar que sucede en nuestro entorno, intentando describir en macro ideas, un concepto lejano de nuestros comportamientos. Siendo así, en primer lugar debemos destacar la actitud adoptada por ciertas empresas privadas quienes, han decidido desprenderse de sus propios recursos y aportar para que nosotros tengamos la oportunidad de sobrellevar estos impases.

Paralelo a ello, es loable el conocer que algunas autoridades de elección popular han decidido desprenderse de la totalidad del ingreso de sus hogares y ejemplificar ante la colectividad lo que significa ser solidarios en épocas difíciles, simplemente un gracias enorme a todos quienes optaron por este tipo de decisiones, y por qué no decirlo públicamente, gracias a mi amigo personal Andrés Ugalde Vázquez por enseñarnos el verdadero significado de vocación de servicio completo a su pueblo que meses atrás le confió su voto.

Como en toda historia, existe el otro lado de la moneda, el cual no se merece ninguna línea por sus actos egoístas, pero si tenerlos presentes: a los asambleístas que se negaron a donar sus ingresos, a los futbolistas que no aceptan la disminución de sus jugosos salarios, a los viciosos que se ensañan con regar noticias falsas y especulativas, y a esos funestos directivos que roban descaradamente comprando con sobreprecios productos que hoy salvan vidas.  (O)