¡Sorprendente!

EDITORIAL|

El oro es símbolo de riqueza y poder. Desde hace algún tiempo, el petróleo ha merecido este calificativo acompañado de la palabra que denota su color: negro. Los recursos naturales son un importante componente de la riqueza de un país. Desde hace algún tiempo se habla de países petroleros, que lo exportan y no petroleros, que dedican parte importante de divisas a importarlo, ya que no puede un Estado funcionar sin él, debido a los cambios tecnológicos que siguieron a la revolución industrial. Poseer petróleo para exportarlo es un privilegio y para lograr el debido provecho se requiere una estructura tecnológica de explotación y políticas gubernamentales para aprovechar esta riqueza.

Venezuela es el país con mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, pero hace poco tiempo importó de Irán cinco barcos de petróleo para tratar de superar la crisis de gasolina. ¡Increíble pero cierto! La demagogia populista del socialismo del siglo XXI hizo que en ese país el costo de la gasolina sea el más bajo del mundo. Debido a la calamitosa situación económica, su gobierno ha decidido cobrar en “odiados” dólares su venta. Hace no muchos años, el gran profeta de este socialismo ostentaba casi regalarlo a Cuba por una supuesta cercanía ideológica, hoy tiene que comprarlo debido a la ineptitud para el manejo de este recurso y la sospechoso gestión de la institución estatal a cargo del petróleo.

El problema, cercano al absurdo, que comentamos tiene una razón: ineptitud. Los sistemas políticos no pueden limitarse a teorías sobre el orden social, se manifiestan en resultados si sus promotores captan en el poder y se mantienen. Más de veinte años son suficientes para demostrar las bondades de la ideología dominante. Los resultados están a la vista; además de esta increíble compra, en torno a un diez por ciento de su población ha emigrado con frecuencia en condiciones de pobreza y la escasez de alimentos e instalaciones de salud, son deplorables. Lo grave es el afán de continuar con esta administración de miseria.