El fin

José Chalco Salgado josechalcosalgado@gmail.com

Las elecciones presidenciales están cerca de llegar a su fin. Pero no de un fin cualquiera. Ni siquiera de cumplir su mismo o propio fin.

El proceso electoral que, desde el inicio mismo -cuando caso omiso se hizo de las resoluciones del Tribunal de Justicia Electoral-, tuvo dificultades y desaciertos. Se podría decir errores, y de bulto, los cuales antes que mirar la finalidad y sentido de un proceso de esta naturaleza hacia entregar garantías y certezas por la democracia e institucionalidad, se convirtió en un espacio más para el inmediatismo, la desinstitucionalización y el desmedido show.

El Calendario Electoral marca el fin temporal del proceso, pero ¿realmente se ha cumplido con el fin ideal o buscado y requerido por el constitucionalismo democrático a través del proceso de expresión de la voluntad de la población hacia elegir a sus representantes?

Las ideas y propuestas de candidatos y acólitos, se han basado -como es común en este tiempo- en el ataque sin sentido y la clasificación de bandos. No existe fondo en la discusión. Es más sencillo el comodín de repetir cualquier idea desde el odio y rencor. No hay espacio para el análisis, ni la reflexión, ni la búsqueda por una racionalidad alejada de la pos verdad (repetir y repetir una idea o mentira hasta que sea percibida como verdad).

En una democracia, el fin que persigue la elección popular es profundizar y radicalizar la participación, la libre expresión y la concreción de una madurez política de la ciudadanía para decidir y reflexionar sobre el futuro del país. Se convierte en un tiempo de transparentar ideas y miradas, desafiando a la mentira y desosiego del “qué me importa”. Pero se llega a aquello con decidido esfuerzo de los involucrados, en donde electores, candidatos y autoridades -encargadas del proceso- puedan conducir hacia un debate ético y transparente, serio y objetivo, real y sensato.

Aún queda por delante todo el proceso hacia la segunda vuelta electoral. Aún podemos encontrar la razón de esta elección. Aún estamos a tiempo de hallar su fin. (O)