La pasión de los italianos

DE HISTORIA EN HISTORIA Bridget Gibbs Andrade

Macarrones, tortellini, spaghetti y más nombres indican que la pasta es la comida italiana por antonomasia. Los varios tipos y formas de pasta alcanzan los 200 elementos. La pasión de los italianos por la pasta, tiene una larga historia.

Hoy sigue abierta la discusión sobre sus orígenes. La idea que procede de la China y que de allí la trajo Marco Polo, es pura leyenda. También se ha dicho que en la antigua Roma existía un tipo de tortas llamadas laganum, de donde deriva el termino lasagna, aunque en realidad son platos totalmente diferentes. Se cree que la cultura de la pasta se desarrolló en el mundo islámico. De hecho, nuestro término “fideo”, deriva del árabe “fidau”.  

En el siglo XVI, los platos de pasta se mezclaban con sabores dulces y especias picantes. Se los servía en los banquetes de la élite del Renacimiento. Un cocinero papal, se imaginó un plato para un evento compuesto de pollo hervido, acompañado por ravioles rellenos de una pasta de diente de cerdo cocido, ubre de ternera, parmesano, azúcar y hierbas.

La receta de macarrones a la romana del mismo chef, es aún más atrevida. Cocinados los fideos los escurría y cubría con queso, mantequilla, azúcar y canela. Por último, los horneaba por media hora.

Quizá la razón principal de la generalización de la pasta fue que a partir del siglo XVII, se desarrolló su fabricación industrial. En el viaje que hizo a Nápoles el poeta alemán Goethe, observó la enorme afición de los napolitanos por los fideos. “Se encuentran por todas partes y por poco dinero”, decía. Un día se alojó en Sicilia con una familia que le ofreció un plato de fideos. “La pasta que saboreé, me pareció por su blancura y delicadeza del gusto, sin parangón”, dijo Goethe.

Hasta el propio rey de Nápoles, Fernando IV, los devoraba con fruición. Los cogía con los dedos y se los llevaba vorazmente a la boca, desdeñando el uso de los cubiertos. Desterrados el azúcar y las especias, su lugar lo ocupó el queso que ayudaba a hacer de la pasta un plato nutritivo.

A principios del siglo XIX llegó el tomate traído de América, que durante largo tiempo, pareció a los italianos un alimento demasiado exótico. De hecho, sólo en 1844, aparece la primera receta del plato de pasta más típico hoy en día: el spaghetti con salsa de tomate. Quién diría que nuestros tomates, contribuirían a la fama de la pasta. (O)