Manual del Mal Político

Andrés F. Ugalde Vázquez @andresugaldev

No me considero un experto en negociación política y, sin embargo, los grandes tratadistas, el ejercicio político, el regateo con vecino de la tienda, las peleas con la novia, el sentido común y la vida misma, me han enseñado que toda negociación tiene dos resultados posibles: consenso o ruptura.  Además, el que la balanza se incline hacia uno u otro lado, depende en gran medida, de lo que uno vaya buscando. Y lo que uno busque depende de la posición desde la cual se negocia.

Ahora, en atención a este paro nacional que, lejos de apaciguarse va escalando según los nuevos colectivos se suman y el gobierno nacional colecciona agresiones y simplezas; uno se pone a pensar ¿está el gobierno en posición de propiciar una ruptura? ¿realmente puede permitirse aquello de “nosotros tenemos diez respuestas para sus diez puntos” mientras manda detener a los líderes del levantamiento? Veamos…

Uno podría entender que un gobierno que cuente con una mayoría en la Asamblea, la anuencia (o al menos la neutralidad) de las Cortes; el respaldo de las Fuerzas Armadas y sobre todo el respaldo popular, se dé el lujo de reprimir la manifestación popular, encarcelar dirigentes, lanzar gas lacrimógeno a mansalva (incluyendo recintos universitarios) y cerrarse de plano al diálogo como solía hacerlo aquel que hoy nos mira desde al ático. Pero este, lo sabemos bien, no es el escenario del actual presidente. Por el contrario, el reciente atropello a Corte Nacional de Justicia en la persona de su presidente; una Asamblea enfrascada en sus propios conflictos y más propensa a la ruptura que al apoyo con el Ejecutivo; una clase media traicionada y a la que le sacaron un riñón con la última reforma tributaria; y un pueblo llano hastiado por las faltas promesas, la inseguridad (y uno no puede evitar pensar cómo no hay policías para cuidar los barrios pero sí los hay para reprimir universitarios) y el desempleo; conforman un  coctel peligroso que puede tener resultado incierto.

Pregunto de nuevo ¿de verdad está el gobierno en posición de hacer bravuconadas?  ¿están seguros de contar con las fichas necesarias para emplazar esta peligrosa apuesta…? (O)