Tambores

Ana Abad R.

El ensordecedor sonido de los tambores de las barras de Senegal ahogó el aliento de los aficionados ecuatorianos que acompañaron a la Tri a Qatar, la derrota del equipo ecuatoriano deja tristezas y desconsuelos, sin embargo, muestra una nueva generación de jugadores con enormes capacidades atléticas y estratégicas dispuestos a romper la raíces de la colonialidad del pensamiento que nos ha sumido a un imaginario que limita nuestras posibilidades de crecimiento personal y social. Los múltiples y elevados logros de jóvenes en diferentes disciplinas deportivas en los últimos años, colisiona de manera grotesca con la falta de ética, la poca transparencia y la turbiedad con que se toman decisiones en todos los estamentos del Estado ecuatoriano. El país se encuentra jugando los tiempos extras de la Democracia, sus autoridades se han visto en fuera de lugar muchas veces, hay quienes han provocado verdaderos penaltis al bien y a la moral públicos y atentado contra la vida de la población, hay unos cuantos que ni siquiera entienden su propio juego y van tras la pelota del poder que, con seguridad, les rebotará sacándoles tarjeta roja y echándoles del partido, estamos a punto de bajar de categoría y el Director Técnico aún no entiende la cancha en la que está jugando y tampoco el partido, no conoce a sus jugadores, menos a sus contrincantes. (O)