Justicia y narcotráfico

Caroline Avila Nieto @avilanieto

Los sucesos alrededor de la prelibertad del líder de la banda de los Choneros, Junior Roldan, han puesto al descubierto contradicciones y realidades sobre el sistema judicial en el Ecuador.   El acontecimiento cobra aún más fuerza por las declaraciones del Embajador de Estados Unidos, Michael Fitzpatrick, criticando el proceso de investigaciones y las irregularidades que provocan. 

El periodismo nacional también se hace eco de estas irregularidades.  Dayanna Monroy, periodista de Teleamazonas informa que la SNAI presentó 299 documentos favorables para que le otorguen la prelibertad al líder de los Choneros, en eso, según manifiesta la Corte del Guayas, se ampara el juez para otorgar la cuestionada prelibertad.   Karol Noroña, periodista de GK, hace un seguimiento al caso y cuestiona los desacuerdos entre Fiscalía y Policía alrededor del ataque al líder liberado y los aproximadamente 30 sujetos involucrados que han sido encontrados en posesión de armas de grueso calibre.  Ambas valientes mujeres periodistas que se han comprometido en exponer los exabruptos de un sistema que no puede sostenerse más.

De los narco-generales ahora pasamos a los narco-jueces, y ninguno de los dos casos tiene relación con el clivaje político lasismo – correísmo. Estamos hablando de una condición dolorosa de vulnerabilidad en las instituciones del Estado que requieren ser tratadas sin acusaciones ideológicas o políticas sino con la frontalidad y firmeza que la seriedad de problema exige y no esperar que sea el Embajador y dos valientes periodistas quienes presenten las evidencias de un sistema de seguridad y judicial ineficiente.  (O)