Dos mujeres mueren al día por cáncer de cuello uterino en Ecuador

El primer estudio del Ministerio de Salud Público (MSP) sobre la prevención del cáncer de cuello uterino, mediante detección molecular, permite tener una radiografía real de cómo esta patología afecta a las mujeres.

Johanna Jaramillo y José Luis Rodas en el laboratorio biológico molecular en el Hospital Regional. /FCS
Johanna Jaramillo y José Luis Rodas en el laboratorio biológico molecular en el Hospital Regional. /FCS

En Azuay, 15 de cada 100 mujeres son propensas a padecer cáncer de cuello uterino. Por primera vez, la entidad de salud pública efectuó una investigación para acercarse a las cifras reales de mujeres que portan el virus del papiloma humano.

En la primera fase de la investigación se tomaron muestras a 8.723 mujeres de tres hospitales de la región sur del país.

A las mujeres que formaron parte de la investigación, se les tomó una muestra. Posterior a ello, los análisis se efectuaron en el laboratorio biológico molecular del hospital Vicente Corral Moscoso.

Juan Carlos Patiño, coordinador del laboratorio clínico del Hospital Regional, detalló que se tamizaron 8.723 pruebas para análisis del virus de papiloma humano (VPH) en los niveles 16 y 18 «que son los más agresivos», agregó.

Entre los principales resultados, hallaron que el 15,56 % de mujeres de la muestra son propensas a desarrollar cáncer de cuello uterino.

Ahora, con las pruebas realizan diagnósticos, hacen seguimientos y aplican tratamientos a las portadoras del VPH. Con las nuevas estadísticas también se facilita el tratamiento oportuno y precoz.

«El cáncer de cuello cérvico uterino, si se detecta a tiempo, es tratable y curable«, adelantó el médico e investigador.

No obstante, en Ecuador, 860 mujeres mueren al año por cáncer de cuello uterino.

Resultados

La investigación que las mujeres de edades comprendidas entre los 21 y 50 años deben prestar mayor atención al virus.

El médico recalcó que son los hombres quienes son portadores del virus. Por ello, “se recomienda a las mujeres que tienen mayor actividad sexual o que han tenido varias parejas sexuales a estar pendientes pues son más propensas a contraer el VPH y por lo tanto cáncer”.

Por ahora la investigación se centra en la mujer, pero no descartan buscar tratamientos para hombres.

Es llamativo que en estos tiempo la principal causa de la presencia de este virus y el cáncer de cuello uterino es el desconocimiento o la falta de confianza para aplicarse pruebas y análisis.

Cuidados

Para cuidar y prevenir este mal, se pide a las mujeres aplicarse el papanicolaou o la prueba molecular “que es más sensible”. Con esta última, se garantiza que la próxima prueba se tome luego de 5 años y ya no una vez al año o cada dos años.

Según el especialista, el costo es más económico.

Bernardo Vega, investigador y ginecólogo, mencionó que es importante que el MSP haga una prueba de VPH molecular, por varias razones. Entre ellas, “es mucho más sensible que el papanicolaou tradicional”, por ende, permite detectar más temprano el cáncer.

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) existe una nueva propuesta de que el tiempo ideal para aplicarse el tamizaje es cada 5 años desde los 30 hasta 65 años de edad. Y lo mínimo, que puede salvar la vida de las mujeres, es hacerse la prueba a los 35 y 45 años.

“Es más cómodo para la mujer, más adecuado, se gana tiempo en la detección y es un ahorro para todos”, mencionó Vega.

Futuro

Vega sostiene que aumentar el número de vacunados contra el VPH es una alternativa para recudir el índice de mujeres propensas a contraer el virus.

Lamenta que en la muestra, el 41 % de la mujeres nunca se hizo un aprueba, es decir, 4 de cada 10 mujeres. (FCS) – (I)

12.550

pruebas más existen en el Ministerio de Salud Pública para ser aplicadas en 17 puntos y continuar con una segunda fase de la investigación.

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muestras diarias se procesaban en el laboratorio del Hospital Vicente Corral Moscoso para la obtención de resultados.

DATO

Fabiola Roa, líder en la región andina de Roche, señaló que Ecuador pionero en generar un plan integral para la prevención del cáncer de cuello uterino.