Curiosa “desaparición”

El año 2024 comenzó con el asesinato de 50 personas en un solo día: el 1 de enero, como consecuencia de la acción de bandas criminales, la mayoría con nexos con el narcotráfico transnacional y más “especialidades” delincuenciales.

Sólo ese hecho ya era intolerable, increíble, en tanto el Gobierno anunciaba, sin dar mayores detalles, su plan Fénix para luchar contra la inseguridad; igual, la construcción de nuevas cárceles, y, días después, su propuesta de consulta popular, calificada de inocua.

Anteayer, para el Ecuador fue un “domingo 7”, es decir un día “de mala suerte o sorpresa” según la creencia popular.

¿Mala suerte? No tanto. ¿Sorpresa? A lo mejor. Pero tampoco al extremo, si se considera el poder de las bandas delictivas en las cárceles, donde ha ocurrido no sólo masacres, sino escapatorias de detenidos, dignas de películas de ficción. ¿Da para hablar de un narco SNAI?

Cómo no entenderlo así, si durante un operativo de control de armas, municiones y explosivos en la Penitenciaría de Guayaquil, no estaba en su celda José Adolfo Macías Salazar, alias “Fito”, líder del grupo delictivo de Los Choneros.

No se trata de cualquier “personaje” del “bajo mundo”, sino de alguien con poder, con dinero, con don de mando en la cárcel, desde la cual, según las propias autoridades, sigue delinquiendo; y, con suma facilidad, lograba acciones de protección de algunos jueces cuando era trasladado a otro centro penitenciario.

Es un duro golpe para el Gobierno así lo recapturen. Demuestra cuan inseguras y permeables son las cárceles; sobre todo, quién o quiénes mandan en ellas.

Convocado de urgencia por el presidente Daniel Noboa se reunió el domingo el Consejo de Seguridad. Simplemente “Fito” no estaba en su celda fue la conclusión.

De oficio, la Fiscalía abrió una investigación.

A la hora de cierre de este editorial no se conocía el paradero de “Fito”; pero con su “jugada” le toma el pulso al Gobierno.