Qhapaq Ñan y Paisaje

Tito Astudillo y A.

Que el Camino del Inca está lleno de inusuales atractivos paisajísticos, es una verdad susceptible de comprobarse con sólo acercarse a cualquier segmento de su trazado. Fue tan bien concebido y ejecutado en lo paisajístico también, que usualmente pasa por sitios de deslumbrante diversidad, de esos que abundan en el entorno andino. Fijémonos, en nuestra geografía local, en el tramo Challuabamba – Apangora – Molle – Chocarsi, por citar solo este ejemplo.

Viene esta reflexión con motivo de la defensa de este hito patrimonial, asumida por un grupo de ciudadanos del populoso sector Challuabamba, ante una pretendida apropiación particular de un segmento de esta vía en el tramo Challuabamba – Apangora – Chocarsí. Los infractores iniciaron trabajos de cerramiento con remoción de materiales que fue denunciado oportunamente por este colectivo de defensa del Qhapaq Ñan. Si recorremos el trazado de este segmento de camino incaico, nos encontramos con sitios de manifiesta belleza natural y pueblos con una ancestral tradición cultural como Challuabamba, de un encantador entorno natural, una importante presencia arqueológica y tradición artesanal. El Plateado con sus componentes paisajísticos, arqueológicos y vio ambientales que le hacen único; el Molle una hermosa colina mirador por explorarse arqueológicamente, y Chocarsí un mirador natural del valle Cuenca Azogues y de las microcuencas de los ríos Cuenca, Jadán, Burgay, y el pueblo homónimo, un lindo centro de artesanías tradicionales.

Qhapaq Ñan y paisaje van juntos, van de la mano potenciándose, aspecto que debe tenerse en cuenta a la hora de definir programas de urbanización, de vialidad, de concesiones mineras y de puesta en valor del Camino del Inca, ahora, que la ciudad y la región apuestan por el turismo como una opción de desarrollo. (O)