Diplomacia gastronómica

Martín López Martínez

OPINIÓN|

De acuerdo al excanciller, José Ayala Lasso, la diplomacia es “el instrumento con el que cuenta un Estado para ejecutar su política internacional y promover sus derechos e intereses”. Bajo esta premisa, países como México, Tailandia o el Perú han utilizado su rica y variada gastronomía como una herramienta de política exterior para su promoción comercial y cultural en el mundo. Se dice que la gastrodiplomacia influye en el posicionamiento de un país como destino turístico, fomenta la exportación de su cultura y crea vínculos como un elemento de acercamiento entre naciones. Incluso Hillary Clinton señaló en el 2012 que: “la gastronomía es la herramienta diplomática más antigua del mundo”. Este instrumento político, con una adecuada ejecución, puede influir positivamente en áreas como la producción agrícola y pesquera, la industria alimentaria y el turismo, lo que se traduce en beneficios económicos para los países que ha invertido en esta actividad, que inclusive genera cooperación para el intercambio de conocimientos y buenas prácticas en esta área. Como muestra de este éxito están las campañas oficiales de promoción culinaria de Tailandia “Global Thai” en el 2002, Corea del Sur en el 2009 con “Cocina coreana para el mundo”, y el Perú con su campaña lanzada en el 2006 “Perú, mucho gusto”, que posicionó a Lima como una de las capitales gastronómicas del mundo. Estos esfuerzos, sin duda, han creado a estos países reconocimiento y notoriedad en el escenario internacional. (O)