Cuenca fue inicialmente un Corregimiento- una demarcación territorial con fines administrativos- hasta 1777 en que, en el contexto de las reformas borbónicas del siglo XVIII, se convirtió en Gobernación.
Carlos III la ascendió al nivel de Gobernación, una de las treinta y cuatro que existieron en América. El primer gobernador de Cuenca falleció antes de posesionarse y con ello el primero en ejercer funciones fue José Antonio de Vallejo y Tacón que se posesionó en 1777. Tuvo serias dificultades, como casi todos sus sucesores. La primera nacida de su decisión de cobrar impuestos a quienes practicaban la evasión, viejo deporte nacional a cuyos autores se les suele llamar vivos o pilas y no tramposos.
La segunda, por las andanzas del famoso Espadachín Zavala, personaje histórico con ribetes de leyenda, que, entre otras acusaciones, cargaba con las de haber pegado a un cura, engañado a varias doncellas y haberse sustraído las joyas de la virgen de un templo local. Acorralado en un salón de billares- frente a lo que hoy es la iglesia de San Alfonso- fue liquidado de un tiro.
La tercera dificultad surgió de la orden que dio de detener a los autores de panfletos que aparecieron en las paredes del Monasterio del Carmen en 1795 y que llamaban a las armas para destituir a las autoridades españolas.
El libro de Lucia Neira de Pozo que se presenta en estos días, editado por la Católica de Cuenca, es la primera obra que contiene una relación completa de la lista de gobernadores con los períodos en que cada uno desempeñó sus funciones.
Para quienes gustan de estadísticas, aquí van algunos datos: 235 gobernadores tuvieron Cuenca y el Azuay de acuerdo a la lista que presenta esta obra. Hay que agregar dos del actual gobierno. Son 250 años de la gobernación y una sola mujer, que duró seis meses en sus funciones. Los periodos en promedio han sido de un año, pero algunos duraron semanas o, cuando más, unos pocos meses. (O)
