La economía debe transitar de mano de las matemáticas, que bien se dice es ciencia exacta. La verdad es que, enferma la economía ecuatoriana, es un laberinto dentro de un cuarto tenebroso y obscuro, donde todo puede suceder por más planificado que se encuentre el tema y que se vuelve más impredecible aun, cuando la mano de la política contribuye con su bendición. Con la intención gubernamental de cumplir con ofrecimientos de campaña, ordena que el sueldo básico suba en 25 dólares, que, para el trabajador de sueldo mínimo, significará una ayuda para enfrentar la costosa subsistencia y recibirá contento el incremento, pero para el empresario que tiene que asumir el alza, es un nuevo impedimento para seguir creciendo y por ende creando más empleos, pues además tendrá que contemplar otros costos como mayor afiliación y decimos sueldos, lo que significará que su rol subirá importantemente y deberá ajustar costos con alza de sus productos. Para unos un beneficio y para otros un dogal más, sabiendo que los sueldos de países vecinos, son por poco la mitad de los nuestros lo que determina certeramente que sus productos sean más baratos y los nuestros menos competitivos. Interminables reuniones y conversatorios entre trabajadores, empleadores y gobierno, no fructificaron en un consenso razonado y técnicamente beneficioso y se vino el alza con carácter demagógico y desnudo de planificación. Concomitantemente, el control de intereses en una decena de productos bancarios, aun siendo poco lo disminuido, ayudará a los emprendedores para tratar de buscar empresa o reflotar existentes, golpeadas por causas conocidas y un flagelo, la pandemia, que vino para quedarse. Para el gobierno, una vez que se va sentando en el verdadero y real escenario político y económico, tiene que, para lograr la ansiada gobernabilidad, pactar, como lo hizo, con el frente más corrupto y mafioso del variopinto partidismo y se ve perdido, amputado, de cumplir con aspectos claves como la salud, hospitales, medicamentos, educación, carreteras y crear nuevas plazas de empleos, que es sin duda lo único que nos mejorará. Para los grupos que buscan desestabilización, el alza les rompe el esquema, pues todos estos Iza, Santi y más parásitos que nunca trabajaron y tampoco crearon riqueza y empleos, intentarán buscar cuál será su nueva estrategia, mientras que una nueva novela empieza con la denuncia de EEUU y narcogenerales; centenares de pistas clandestinas; sicariatos, que esto si es exacto como las matemáticas. (O)
