Materiales naturales para mejorar el confort térmico de la vivienda

Se debe considerar la importancia del confort térmico a la hora de planificar una construcción.

En las cuatro regiones del Ecuador se presenta una gran diversidad de climas, entre ellos: cálido, cálido seco, cálido húmedo, frío, calor, húmedo, etc. La variación de climas en las regiones provoca que las construcciones se vean en la necesidad de adaptarse de la mejor manera a estos cambios y características del clima; de no ser así, provoca un problema de confort térmico.

El principal problema de la región interandina es que el emplazamiento de las construcciones se ve afectadas por las bajas temperaturas del lugar pero, debido a la falta de conocimiento de quienes habitan o son usuarios de viviendas o cualquier tipo de construcción, se ignora la importancia del confort térmico a la hora de planificar una construcción.

Las bajas temperaturas son consecuencia de los vientos fuertes que soplan las estructuras y pasan por medio de uniones de las juntas de dilatación, de puertas, ventanas y cualquier orificio por donde una corriente de viento pueda entrar. Entre otros factores también encontramos las fuertes lluvias que golpean en el invierno y gracias a la gravedad, logran encontrar el camino por las uniones de anclaje entre la estructura y el elemento de cubierta dando como consecuencia de un cambio en la temperatura del piso, tierra, llano, hormigones, baldosas, cerámicas, entre otros.

Según la norma ISO 7730 (INEN, 2014), el confort térmico es “una condición mental en la que se expresa la satisfacción con el ambiente térmico”. Esto quiere decir que el confort térmico es una sensación o espacio con una temperatura neutra que no llega a ninguno de los dos extremos entre frío y caliente.

Actualmente, se han implementado nuevas propuestas arquitectónicas que trabajen de manera responsable, siendo así el medio ambiente una prioridad, por esta razón las Naciones Unidas en sus objetivos de Desarrollo del Milenio fijados para el año 2015, establece como objetivo 7: “Incorporar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y programas nacionales e invertir la pérdida de recursos del medio ambiente”.

El confort térmico

El Confort Térmico en sí, es la sensación de bienestar del ser humano dentro de una edificación y depende de varios factores exteriores como el clima y la geografía; también, de factores internos producidos por la envolvente de la edificación, de la distribución y relación de los ambientes, y del sentido de adaptabilidad a un ambiente establecido.

El confort del ser humano se consigue, cuando se adapta a los efectos de los parámetros térmicos, acústicos, lumínicos y, a los factores de confort físico, biológico, fisiológico, sociológico y psicológico, a punto que solamente requiere un mínimo de energía.

Las condiciones bajo las cuales consigue este objetivo se definen como zona de confort. Según la norma ISO 7730 el confort térmico “es una condición mental en la que se expresa la satisfacción con el ambiente térmico” (INEN, 2014).

El arquitecto Fabián Durán, señala que el confort térmico se define cuando las personas que lo habitan no experimentan sensación de calor ni frío; es decir, cuando las condiciones de humedad, temperatura y movimiento de aire es agradable y adecuado a la actividad que se realiza en su interior, alcanzando una temperatura normal o conocido como el equilibrio térmico.

Es poco común el uso de fibras o materiales naturales para dar confort térmico.

En décadas pasadas, la búsqueda de confort en el hogar en relación a la temperatura y las condiciones del aire se basaba únicamente en instalar sistemas tradicionales de climatización, como son el aire acondicionado o la calefacción, sin importar demasiado la calidad del aire interior -que nos afecta de muchas maneras-, pues, si lo que respiramos es de mala calidad, estaremos poniendo en riesgo nuestra salud.

Los materiales aislantes térmicos

Los materiales aislantes se pueden definir como aquellos que presentan una elevada resistencia al paso del calor, reduciendo la transferencia de este calor a su cara opuesta; por lo tanto, se puede decir que protegen del frío y del calor. Por otro lado, sabemos que el aislamiento térmico contribuye a la eficiencia energética, que consiste en disminuir el consumo energético sin disminuir el confort. Los materiales aislantes se encuentran clasificados por unos parámetros que les harán ser únicos y distintos del resto y los convertirán en óptimos para cada solución concreta en una edificación.

Los conductores eléctricos o materiales conductores, en cambio, son aquellos que tienen poca resistencia a la circulación de la corriente eléctrica, dadas sus propiedades específicas. Los conductores se dividen en grupos según cómo se fundamenta y llevan a cabo la conducción eléctrica; se dividen en: conductores metálicos, gaseosos y electrolíticos.

Capacidad térmica

La capacidad térmica se define como la cantidad de energía en forma de calor que se necesita suministrar a un sistema para incrementar su temperatura en un grado Celsius. La capacidad térmica de un material es la cantidad de calor puesto en reserva cuando su temperatura aumenta en 1°C. Se expresa en Wh/ m3°C y se obtiene del producto de la masa por el calor específico del material. A más masa, más cantidad de calor se deberá aportar a un material para elevar su temperatura.

Según los estudios, en la región sierra hay poca concordancia con materialidad, espacios de iluminación y aspectos del emplazamiento de la vivienda en donde la lluvia, vientos y sol varían conforme pasan las horas del día.

La falta del uso de materiales endémicos, al preferir materiales exportados o que afectan al ambiente, se hace presente en la sierra, donde no se usan fibras o materiales naturales para dar confort térmico.

Materiales ecológicos

Es importante innovar y realizar una ampliación de conocimiento sobre el confort térmico en la sierra andina, al ser uno de los valores importantes al momento de realizar una vivienda, ya que de este dependerá el confort del usuario al utilizar sus espacios.

Se debe dar a conocer métodos antiguos (tapial, muros vegetales, fibras, etc.) y ponerlos en práctica con mayor regularidad a fin de mostrar los beneficios que pueden traer tanto al usuario como al ambiente.

Siguiendo una línea de materiales ecológicos, entre los más comunes, encontramos las siguientes soluciones:

– Aislamiento térmico a base de celulosa: Este material suele inyectarse en cámaras de aire interiores, como “relleno” protector o directamente contra el elemento que se quiera proteger.

– Aislamiento térmico basado en cáñamo: El cáñamo se presenta en un formato de plancha o rollo flexible que se adapta perfectamente a la superficie.

– Aislamiento térmico a base de lana de oveja: La lana de oveja, además de ser un muy buen aislante de la temperatura, absorbe con facilidad la humedad y es un producto ligero.

-Aislamiento térmico basado en el corcho: El corcho es un material ignífugo y resistente a la humedad, la compresión y los agentes químicos.

-Lana de vidrio aislante: Dentro de sus principales propiedades se destaca la de ser un aislante de sonido, distintos ruidos y también del calor.

-Espuma aislante: Características del poliuretano, este es una espuma que sirve perfectamente para aislar de manera térmica ciertas zonas o áreas de un lugar.

-Poliestireno expandido: Es un polímero termoplástico, es un material plástico esponjoso que otorga aislamiento térmico.

El estudio de la arquitectura andina representa un desafío.

Se concluye que el estudio de la arquitectura andina representa un desafío. Por años, investigadores han descrito las características de la sierra andina, desde la disciplina arqueológica y han intentado interpretar el uso y función de estos edificios. Lo cierto es que en los Andes existió una larga tradición arquitectónica representada sobre todo por sus edificios de supuesto uso público, que dominaron con sus estilos el paisaje de la región por cientos de años. A pesar de los esfuerzos científicos, permanecen algunas interrogantes no resueltas, como el origen, el desarrollo y el uso de las formas arquitectónicas nativas y originales (Gavazzi, 2010). (NNM)