La conversación

Luis Ochoa Maldonado 

De como recuperar la confianza entre dos pueblos hermanos: México y Ecuador para no afectar su progreso, al estar inmersos en problemas de inseguridad interna, que es su principal encrucijada, al estar tomadas las instituciones por derivaciones de la narcopolítica, que se ha generalizado en América del Sur, desde precisamente los carteles del país del norte. ¿No sería obvio, tratar urgentemente de encontrar mecanismos entre los estados para combatir al narco terrorismo, como crimen transnacional? En vez de caer en provocaciones que no están orientadas al bien común.

A nivel mundial desde el 5 de abril, en círculos diplomáticos se comenta la incursión de la policía ecuatoriana a la embajada de México, que en principio resulta arbitraria e ilegal, recibiendo la condena de la OEA por la supervivencia de las convenciones. insistiendo en la no injerencia en la política interna de otros estados, como lo hace el gobierno de López, hipócritamente sin subrayarlo, cuando tres países han declarado no gratas a sus embajadores por actuaciones dogmáticas y de creencias, sin fundamentos. Así como al intervenir incongruentemente en asuntos de Ecuador, al referirse a temas sensibles de la última elección, incluyendo sin reparos el doloroso asesinato del candidato Villavicencio, que enluta a la nación.

Desde el Ecuador se explica su afectación al permitirse inmunidad para delincuentes al otorgarse la calidad de huésped y luego como asilado en la embajada de México al Ing. Glass quien de acuerdo con la jurisdicción ecuatoriana es una persona enjuiciada y condenada por hechos reñidos contra el estado, lo que implica atentar contra principios elementales de las convenciones internacionales, más para la diplomacia mexicana es un perseguido político. Este dilema debería ser superado con una mediación imparcial internacional, que dirima y con claridad defina los grados de incumplimientos mutuos, única forma de recuperar la sensatez y no seguir escalando el conflicto, de parte de políticos nacionales, del pasado, que como áulicos hacen el coro a un mandatario confundido a nivel mundial solicitando castigos para el pueblo ecuatoriano.  (O)