Criterios divididos sobre los grafitis y los tags en Cuenca

Diferentes criterios se han generado en torno a este tipo de arte que se ha tomado algunas paredes de la ciudad.

Los tags o firmas se pueden apreciar en varias paredes de casas e infraestructuras de la ciudad. Xavier Caivinagua/El Mercurio

En el 2019 inició el “Programa de eliminación de grafiti” en Cuenca, mismo que es liderado por “Keep Cuenca Beautiful”, una organización sin ánimo de lucro.

Esta iniciativa se vio interrumpido por la pandemia, no obstante, dicha agrupación que cuenta con miembros nacionales y principalmente extranjeros, se volvió a reunir el pasado jueves con el objetivo de retomar esta iniciativa y reorganizarse. Buscan nuevos voluntarios, pues muchos decidieron retomar a sus países de origen.

“Varios extranjeros han llegado a Cuenca, pero no están muy enterados de nuestra propuesta, quieren colaborar, pero no saben cómo hacerlo, entonces tratamos de canalizar esa buena voluntad…Tenemos la debida aprobación y respaldo del Municipio de Cuenca”, sostiene Juan Neira, coordinador del colectivo.

Integrantes de la organización “Keep Cuenca Beautiful” borran los grafitis de las paredes de la ciudad. Cortesía

El 4 de septiembre, inclusive, retomaron las mingas en la plazoleta San Francisco, y último sábado lo hicieron en San Sebastián, en donde tuvieron la visita del alcalde Pedro Palacios, destacó.

Este fin de semana se concentrarán en la calle Benigno Malo, a la altura de ETAPA, para borrar los grafitis que se encuentran en esta zona.

“Apelamos a la empresa pública y privada para que nos apoyen. Hace dos años Sherwin Williams nos donó 2.000 galones de pintura, pudiendo realizar un muy buen trabajo…Esta vez estamos trabajando con los remanentes de la campaña anterior”.

Neira recordó que el objetivo de la agrupación es limpiar el grafiti del centro histórico de Cuenca, Patrimonio Cultural de la Humanidad, guiándose con los lineamientos del Municipio de Cuenca y la Organización de las Naciones Unidades para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

“Debo aclarar que nosotros no decidimos cuál o cuáles grafitis quitamos, actuamos guiados por la Dirección de Áreas Históricas. A nosotros no nos mueve nada más que el amor por la ciudad, es una forma que tienen los extranjeros de redistribuir el afecto con que han sido recibidos en esta linda ciudad, no existe ningún interés, al contrario, apoyamos con bienes y persona”.

Acotó que, a pesar de que el arte es subjetivo tienen entre nuestras metas “promover a los verdaderos artistas porque dentro de la gente que hace grafitis hay muchos artistas de verdad que están expresando lo que ellos sienten, pero por qué no buscar un canal adecuado para demostrarlo…Nuestra meta antes de la pandemia era hacer de Cuenca una galería de arte al aire libre”.

La otra cara de la moneda

El diseñador gráfico Cristhoper Guzmán es uno de los artistas que cuestiona las acciones que viene realizando “Keep Cuenca Beautiful”.

“No es su rol, pues creo que nadie puede pintar la ciudad arbitrariamente para tapar los grafitis, ni nosotros podemos hacerlo libremente que generamos obras de arte para la ciudad. Pienso que las paredes son uno de los mejores lienzos porque el arte urbano debe ser público y no elitista”.

“Thoper Man”, como es conocido artísticamente, añade que inclusive en vez de ayudar le hacen un daño a la ciudad, pues utilizan colores que, a su criterio, no van a tono con la ciudad. “Visibilicemos más la cultura y el movimiento, ya que el arte urbano nunca se va a perder. Si borran este arte deben presentar al menos un proyecto o festival”.

Con respecto a los tags o también conocidos como firmas, calificadas por algunas personas como garabatos, explicó que detrás de todo grafiti existe una gran preparación y muchas horas de experiencia.

“El hecho de manejar una lata de spray es una técnica, no todo el mundo puede generar una línea continua o un degradado con este elemento, sin embargo, nuestro trabajo siempre ha sido minimizado, a pesar de ser algo complejo que necesita un estudio previo”.

El artista visual, que tiene 33 años de edad y pinta en la calle desde el 2008, especifica que los tags sirven para “generar soltura de la mano”, técnica que muchas veces es catalogada como “una mancha cuando está sola y suelta”.

“Si el artista urbano le regala a la ciudad gigantescos murales y no le reconocen los miles de dólares que cuestan, entonces los mismos muros de la ciudad van a ser nuestros mejores lienzos y cuadernos de boceto en donde vamos a pulir los trazos para después generar nuevas obras”.

También compartió que dichos tags o firmas se realizan para manifestarse y llamar la atención de las autoridades. “El artista expresa así que muchos espacios están abandonados, pese a existir un presupuesto y una ordenanza que nos amparan. Nosotros mismos contamos con un plan que implica el rescate de muros olvidados, nos tomamos espacios que están botados por años que nadie le ha puesto una gota de pintura, hay muchos lugares que se están cayendo a pedazos y necesitan vida”.

Finalmente aseguró que varios artistas quieren salir a pintar las calles, no solo grafiteros, rayadores, sino diseñadores, artistas plásticos, muralistas, aficionados a la pintura… “Es un espectro mucho más grande, ya no es solamente un problema estético y de ciudad”.

«No es sólo decir vamos a borrar, vamos a erradicar y vamos a buscar quiénes son los que pintan las paredes y vamos a penalizar, ¡no! La cosa va más allá. Si nuestro movimiento está creciendo mucho en la ciudad, entonces se debe ver ¿Quiénes están detrás?, ¿Por qué lo hacen?, ¿Qué quieren hacer?, ¿Qué están buscando?…¿Será que estamos buscando más espacios?, ¿Será que es una expresión poco reconocida?…» (I)