¿“PURGA” en el IESS? 

Juan F. Castanier Muñoz

Uno de los documentos más sensatos que se han elaborado en los últimos años sobre la situación del IESS y sus posibles correctivos, corresponde, a no dudarlo, a la Comisión cuya coordinación estuvo a cargo de Augusto de la Torre. Y describir los males no es difícil pues buena parte de los ecuatorianos los conocemos de la A a la Z: lo del incremento injustificado de la burocracia es uno de ellos, calculándose, según datos de hace dos años, que existen 7.000 funcionarios en exceso; la permanencia de verdaderas mafias dentro de la organización sindical es otro de los males endémicos de la institución; el descontrol en la adquisición de medicamentos e insumos, que ha permitido que la corrupción sea un denominador común en este sector; el clientelismo y la voracidad política, que. perversamente, han visto al IESS como un botín, llegando, por ejemplo, en la administración del correísmo, a duplicar el número de empleados del IESS a nivel nacional; las inversiones mal hechas y abandonadas a su suerte, hoy convertidas en monumentos a la incapacidad y la ineficiencia; etc.

En los últimos días, la Asamblea Nacional ha aprobado un proyecto de reformas al IESS, mismo que fue presentado ante la legislatura por la vía de la iniciativa ciudadana, digamos más bien, por la vía de la iniciativa de un grupo de ciudadanos que lo concibieron. Como era de esperarse, en el “país del guineo”, una vez aprobado el proyecto, no están conformes ni quienes lo presentaron, ni quienes lo aprobaron, ni los empleadores, ni los afiliados, ni los directivos del IESS. A un paciente con apendicitis, primero hay que operarlo para luego aplicar cualquier tratamiento adicional, asimismo, si no se aplica primero una reforma técnica y estructural al IESS, que corrija, y ojalá de raíz, sus graves distorsiones, cualquier medida administrativa o coyuntural no constituirá sino paños tibios para un paciente que se encuentra, verdaderamente, en cuidados intensivos. ¡Se requiere una “purga” urgente!  (O)